miércoles, 20 de febrero de 2013

RESTAURANTE LA GALERÍA. LOGROÑO

El restaurante la Galería figuraba hace ya tiempo en nuestra columna del "debe", y no por falta de ocasiones sino por falta de decisión. Que si dicen que es caro, que si igual es algo oscuro asi sin ventanas....Finalmente, la semana pasada nos decidimos a invertir un poco de nuestro tiempo en actualizar nuestro particular balance de cuentas con los restaurantes logroñeses.

 
Ya antes de entrar habíamos decidido apostar por el menú degustación, pero dadas las fechas y la oportunidad, acabamos tomando el menu especial de San Valentín, que era similar al general pero algo mas ajustado de precio, puesto que incluia el vino. Ajustandose a la oferta 39€ + 10% de iva por persona.
 
Dicen que no está bien empezar la casa por el tejado, pero al reflexionar sobre la experiencia total en este restaurante me queda una sensación de luces y sombras, que me crea una angustiosa necesidad de expresar mis conclusiones. En cuanto al espacio, la atención, la musica ambiente, el servicio, la perfecta cadencia a la hora de marcar la entrada y salida de platos, la tranquilidad...la sensación que me llevo no puede ser mejor.
 
Me llevo también la sensación de que los productos servidos han sido de gran calidad y frescura. Sin embargo, con respecto a la elaboración, lamento decir que nada de lo probado se mantiene en mi memoria como novedoso, sorprendente o diferente. A pesar de que se nota que se ha realizado un esfuerzo por encontrar la combinación adecuada de productos en el menu para sorprender. No me gustó la elección de platos, o quizás no la entendí adecuadamente. Y diré también que yo perfectamente podría haber comido un poco más.
 
 
Abrimos boca con una copa de cava Agustín Torrelló reserva 2009. Muy rico, fresquito, suave y frutal.
 
A continuación sirvieron una sucesión de tres aperitivos sobre un bonito plato con forma de paleta de pintor. A saber:


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cata de aceite de la DOR: Creo que la untada era de aceite de Galilea, y de la marca Arzobispo Diego de Tejada que elaboran en las bodegas Nestares Eguizabal. Para ser una cata, y apreciando la intención, nos faltó quizás el complemento del "porqué" este aceite y no otro, que hubiera adornado mucho el plato.
Deconstrucción de patatas a la riojana: Caldo picantito con sabor a patatas a la riojana. Muy bueno.
Croqueta de jabugo: Una croqueta que explicaría bien la onomatopeya en la que se basa su nombre, porque el rebozado era muy crujiente y el contenido cremoso y de sabor intenso.

Vino crianza de Bodegas La Emperatriz, explicación incluida sobre el vino y la bodega. Presentación perfecta del caldo y solemnidad en el servicio del vino a lo largo de la comida.

A continuación, y servido al centro unas "Gambas a la plancha y terrina de queso con trufa". Las gambas muy buenas, frescas y con una salsita ligera, el queso ligeramente trufado. Comentamos que nos recordaba un poco a alguno de los quesos que hemos comprado alguna vez en la Feria de Soto, y que sabía poco a melanosporum. Y sobre todo comentamos lo discordante que nos pareció esta combinación de mar y monte.
 
 


 Corazones de alcachofa con cardo y tofe de guisantes con tacos de iberico. Despues de pasar por el treintaytres de Tudela sería odioso hacer aqui comparaciones. Producto fresco, buena combinación de sabores...pero sin más. Se queda un poco como sin terminar de matizar, y quizas el fallo esté en la salsa.

 
 
 
 
 
 
 
Ravioli de setas, langostinos, vieras y crema de parmesano. Un plato rico, calentito, en el que el queso sepultaba cualquier otro sabor. A estas alturas estabamos algo descolocados con la combinación de platos, tan curiosa por decirlo de alguna manera, y seguimos estándolo.
 




 
Lomo de merluza de pincho a la parrilla con chipiron de anzuelo. Buena merluza, fresquisima, blanquita, combinada con sus chipirones, aunque ración algo escasa. Si la hubieran sacado sin ningún artificio también hubiera valido.
 
 

 
Rabo de vacuno guisado con pure de patatas. Deshuesado, bien blandito, aunque la salsa tambien se nos quedó corta de sabor.
 
 
 

 











Chocolate en texturas. Bocado de tres chocolates, sabrosos y ligeros. Nada espectacular ni alusivo a cupido siendo un menú de noche romántica.

 
     


Lo dicho, una sensación de ni frio ni calor. No queremos juzgar el restaurante solo por un menu, así que quizas la buena sensacion ambiental haga que le demos a su carta una oportunidad.

domingo, 10 de febrero de 2013

CATA DE BENJAMIN ROTSCHILD- VEGA SICILIA EN LO MEJOR DEL VINO DE RIOJA

No se si esto es extensible a otras geografías, o es sólo en mi pueblo donde para referir que alguien tiene mucho dinero se utiliza habitualmente la expresión: "Ese tiene más perras que Roche". Y no por ningún historico habitante del entorno, sino por una castellanización del apellido Rotschild.

Así que personalmente, la noticia del desembarco de los "Roches" en La Rioja me pareció un acontecimiento con tintes tan fantasticos, como quizás pudiera serlo también el descubrir la existencia real de "Caramba, el de Navarrete", o el cruzarme en la carretera con "La perra de Calahorra".

Esta es un humilde vanalización personal de la importancia real que tiene para la denominación el que Rostchild y Vega Sicilia hayan encontrado al fin un hueco entre nosotros. Porque ellos juegan en una división de ambito planetario, que sin duda aportará un "algo más" al prestigio de nuestros vinos.

Ayer tuvimos la suerte de ser unos de los 50 elegidos para participar en la cata de presentación de los Riojas que este tandem prodigioso va a sacar al mercado el proximo mes de marzo: Macan y Macan Clasico 2009. Y de descubrir los vinos de la mano de Pablo Álvarez, el Presidente de Vega Sicilia que estuvo acompañado por  el director técnico del grupo.

Aunque Roche sigue siendo para mi un personaje mitológico, la cosa no estuvo mal.

La cata se diseñó como un viaje por los mundos del tempranillo en los que participa el grupo Vega Sicilia. Un tempranillo, que siguiendo una de las costumbres más ancestrales de la humanidad toma distintos nombres según el pueblo por donde le da por brotar.

La primera parada del viaje fue en Toro, donde el tempranillo se hace llamar tinta de Toro, y a donde nos transportamos a través de la cata de un vino llamado Pintia.

Como él mismo describió, "Toro tiene cuernos", porque Pintia es un vino exagerado en todos sus aspectos: color, olor, sabor y grado. Unos 15 grados nada menos.

Viajamos después a la Ribera del Duero, donde se oculta el tempranillo bajo el nombre de tinta fina, para catar el Alion. En esta tierra producir vino es más complejo que hacerlo en La Rioja, por la variedad de suelos y el clima extremo, aunque por otro lado, acertando con la ubicación y con suerte en el año, Ribera es capaz de darte lo mejor, dijeron.
El Alion es un vino que esta bueno y quizás sea el mejor de los cuatro que probamos. Suave pero con un matiz incofundible a Ribera.
 

Y finalmente nos pasamos por la Sonsierra, feudo riojano del tempranillo a secas, que es donde este grupo bodeguero ha instalado su sede riojana. Riojana, y alavesa, porque el lugar elegido para la ubicación de su bodega es la localidad alavesa de Samaniego.

Para La Rioja comunidad esto una pena, porque la lluvia de millones que supone para el territorio la inversión se va a quedar aqui al lado, pero hay que admitir que el decorado que presta la sierra en esta franja es monumental.


Probamos el Macan clasico, que es un vino clasico de la Rioja Alta, sin sobresaltos, algo de madera, nada especial. Un buen vino de la zona, como lo hay otros, con un  precio de salida entre 10 y 15 €. Un precio excesivo para un rioja clasico corriente, pero ya se sabe lo que vale un nombre.

También catamos el Macan, que es un rioja mas moderno pero sin ir a las estridencias a las que ultimamente estabamos viendonos arrastrados. Sabroso, oloroso, frutal, con madera ligera. Muy acertado. De precio anda algo abultado para lo que se estila en la denominación: 20-25€ aunque al publico de la cata le pareció hasta barato para ser un Vega Sicilia.

 
La cata estuvo bien, y hay que felicitar a los organizadores por ello, pero creo que tanto betún en los artículos de lo mejor del vino de rioja es demasiado.

jueves, 7 de febrero de 2013

RESTAURANTE MARISOL ARRIAGA. LOGROÑO

Este año, la división logroñesa de los Azk decidió celebrar la comida de Navidad en el Restaurante Marisol Arriaga. Elección que vino propiciada por la posibilidad de degustar un menú en el mismo acogiendose a una promoción que el restaurante hacía a través de las páginas de Colectivia.

Debido oficialmente a una confusión relativa a la disponibilidad de mesa al realizar la reserva, la comida de Navidad tuvo que posponerse y finalmente se celebró a finales de enero. Esto, que en un principio fue una faena, ha podido ser finalmente un golpe de fortuna, porque tanta mesa llena en Navidad no deja a uno disfrutar de los platos tan libremente como debiera. Aun así nos quedamos con la duda sobre la veracidad de esa confusión y su relación o no con el hecho de que el nuestro era un menu de oferta reservado para un día tan de comidas y cenas de navidad para grupos como el 21 de diciembre. Vealo cada cual como lo vea.

Sin rencores nos dirigimos a la calle Pintor Sorolla de Logroño, donde se desubica este pequeño espacio de restauración.  Fundamentalmente desubicado de las principales arterias turísticas logroñesas y metido al fondo de una pequeña pero luminosa calle "manca", que bien merecería un injerto en forma de plataforma peatonal sobre la via del tren.

Resumido de forma rápida: el menú estuvo muy bien. En cantidades, calidades y presentaciones de los productos. Y por supuesto en precio. Con unos extras de bebidas y cafe, al final salimos por 30 € persona. Aunque el cupon de colectivia no llegaba a 25€.

La verdad es que es posible que sin esta oferta nunca hubieramos caido por aqui, porque en nuestro interior ha estado siempre instaurada la creencia no fundamentada de que es éste un comedor demasiado caro. No le echamos un vistazo a la carta y no podemos decir nada al respecto que contradiga esta afirmación nuestra, pero lo que si hay que recalcar es que de aqui, no salimos con hambre. Punto que siempre nos da que pensar de estos lugares tan modernos.

Empezamos con un par de aperitivos:

El primero unos Chips de yuca y platano, acompañados de salsa tartara. Un plato original y como veis bien presentado. Nos gustó el exotismo de los ingredientes.

A continuación Vichissoisse de berberechos. Una crema muy rica y de sabor intenso.
Pasta fresca con bogavante y salteado de chipirones. Un plato bien seleccionado para dar contundencia al menú y llenar el estómago de los comensales. Muy sabroso aunque un pelín salado.
Solomillo ibérico con salsa de trompetas y trufa. A decir de alguno, increible, buenísimo y otros adjetivos superlativos varios. Plato perfecto acompañado de una otoñal salsa de setas. La unica pega es que el plato salió un poco frio.
De postre crepes de chocolate con frutos rojos, muy acertada su combinación de sabores. Gustó mucho este remate a la comida.

La verdad es que salimos contentos de la comida. Si hay que buscarle un pero, ese está en el tema del vino. Con el menu se incluia una copa de vino de crianza de Rioja por persona. Sin entrar a valorar si es poco o mucho, la verdad es que para una mesa de cinco la botella podía haber salido cerrada de la cocina.
Sigo pensando que todavía se trata mal el tema del vino en La Rioja, y que los establecimientos hosteleros podrían dejarse llevar menos por modas foráneas en tendencias de enología. Eso para otros, porque aqui contamos con grandes vinos poco conocidos fuera de los circuitos del marketing, pero a precios muy asequibles y a los que otros no tienen acceso.

miércoles, 6 de febrero de 2013

VINOS SIN NOMBRE V: URBINA

Que Urbina me perdone por incluirle en esta sección de vinos sin nombre, que tan abandonada hemos tenido en este periodo baldío en cuanto a ingesta de vinos.

Y digo me perdone, porque la verdad es que últimamente los vinos de ésta bodega se dejan ver y mucho en la capital riojana, y sus caldos van adquiriendo un estatus que le haría quizás merecedor de una reseña individualizada. Y además se mueven mucho en la red. Sin embargo, creo que aun estamos a tiempo de hablar de esta bodega como una de las pequeñas desconocidas de la Rioja.


Bodega singular en cuanto a su ubicación. En Cuzcurrita. A orillas del Tirón, que si bien es también el río de Haro, lo es unos kilómetros aguas abajo de aqui. Una distancia que parece marcar la diferencia entre la abundancia de viñedos en el paisaje y los viñedos de Tormantos, de los que dicen en mi pueblo que dan uvas "como cantos". Y es que ésta es una tierra limite para la denominación del Rioja.

Aunque como ellos mismos exponen en su página Web http://www.urbinavinos.com/, tambien cuentan con viñedos en Uruñuela, en "el corazón dde la denominación". Así que en realidad, deducimos que éstos son vinos fruto del mestizaje.

El pasado sabado probamos uno de los más singulares que elaboran, a nuestro entender. Garnacha 2011. Singular en este feudo del Tempranillo que es La Rioja.

La garnacha de Aragón, que ostenta este nombre áspero y que se identifica con los suelos pobres y hastiados de la comunidad vecina y que es una variedad tardía, lo que la hace ideal para este entorno riojalteño.

Lo catamos con tiento y esperando probar un vino duro y con mucho grado, pero la verdad es que nos gustó bastante.  Es un vino de olores intensos, y quizás un pelin acido pero que resulta suave en boca, y más fluido que lo esperado.

Ya sólo nos queda convencer a la cuadrilla para acercarnos a catar el resto de sus caldos, en una cata de las que realizan en bodega, que encima nos pilla bien a mano.