lunes, 23 de marzo de 2015

PIPA&CO. PARA SENTIRSE MUY CHIC EN MADRID

 
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"Some people look for a beautiful place; others make a place beautiful"
(No lo digo yo, lo pone en su barra)
 
Como de todos es sabido, a "provincias" las modas de la "Capital" suelen llegar con cierto retardo. Lo que no quita para que acaben llegando. Y para que despierten en nosotros, los provincianos, un interés inusitado, desmedido en ocasiones, que hace que todos terminemos hablando del hito en cuestión. Sea éste un local, un comercio o un espectaculo musical.
 
A mi personalmente, como a muchos otros, me encanta disfrutar de vez en cuando de las novedades de la gran urbe, y cuanto más de moda mejor. Especialmente de las novedades de restauración. Más aún si los locales salen en las revistas de moda y si los visita gente de postín. Si ya puedo decirle a mi madre que he estado en uno de los que salen en Telva..ya, ni te cuento. Que le vamos a hacer, esto es tambien parte de mi.
 
Aunque ya lleva un par de años abierto Pipa&Co es uno de esos lugares cuyo nombre suena en Madrid, y se va haciendo eco en otros pequeños rincones. Desde luego no es un lugar de turisteo habitual, porque está en el Paseo de la Habana, bastante alejado de los rincones visitables a excepción del Bernabéu. Pero detrás de su puesta en marcha están chicos de apellidos tan afamados como Aznar, o Nicolás, y eso también tiene su publico. Especialmente entre los jóvenes de la jet set del barrio, por llamarlo barrio, de Salamanca, los profesionales liberales, los auditores, consultores y otros jóvenes y exitosos profesionales que trabajan en los alrededores.
 
Aunque el local con una decoración exquisita es un local para mi, de chicas. Un saloncito de quedadas entre amigas, porque es como un salón de los que salen en la revista El Mueble, que todas tratamos de tener, con dudoso resultado final.

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Interior de Pipa&Co. Vía Facebook
En la practica el publico es también masculino, pero fino. Lo digo por los de provincias. Este no es un local de cerveceo a nuestro uso, ni un afterwork. Es más Nueva York. N.Y.C, diría aquí.

Además de bonito, en el local se come bien. Y según la moda de las grades urbes aquí se puede comer casi a cualquier hora. Comida, cena, pero también un "brunch" y otras cosas con nombre en ingles como "Sides" o "Smoothies".

La carta es elaborada y el precio medio compartiendo entrantes ronda los 25€. En general la gente sale contenta.

Un ejemplo por ese precio más o menos, plagado de cositas ricas y originales, es este. No para todos los días claro, pero si para algunas ocasiones:

Burratina con tartar de tomate.

Huevo poché, parmentier de patata y aceite de trufa negra

Tartar de pez mantequilla

Tataki de salmón, verduras salteadas y algas wakame
 
 
PD: Lo que le diferencia de un menú de pinchos en Logroño, es en realidad la estética del local, y especialmente el público. La actitud del publico. Gente guapa hay en todos los lugares, pero aquí el guapismo es una filosofía de vida. Ir en agosto con camisa remangada de manga larga, pantalones chinos, pulserita de la bandera nacional, ellos y perfectísimas y enmarcadas, ellas indica pedigree y pudiente familia. En nuestra casa, eso podría llevar a grandes errores, ¿saben? Aquí la economía VIP es economía y estética más rural y mas social. En la variedad está el gusto y no en la globalidad señores


Horario

domingo, 22 de marzo de 2015

RESTAURANTE CACHETERO: MENÚ ESPECIAL TRUFA (LOGROÑO)



Críptico.
 Dice se de todo aquello que no es comprensible para la mayoría,
porque esta hecho solo para ser entendido por unos pocos.

Viendo esta imagen podría uno imaginar que su protagonista es, sin duda, un iniciado en el arte adivinatorio, y que a través de su bola de cristal está viendo mucho más de lo que podemos ver el resto de los mortales. Yo veo una enorme reina del hipogeo, una "melanosporum" de enormes dimensiones. Me imagino que emana un intenso perfume, que densifica la atmósfera que le rodea. Y que embriaga a los que la contemplan. Pero por su expresión, creo que él ve algo más. Seguramente la ve transformada, añadida a sus platos, y  que incluso los puede paladear.Y esa mirada pícara, traviesa, provocadora con la que mira al objetivo me hace pensar además en que puede ver quién es un comensal en potencia. Creo que me está mirando directamente y que sabe que no podré resistirme a reservar una mesa. Y es así en realidad. A mi me ha convencido.

Desde luego que no sólo ha sido esa mirada retadora la que justifica mi decisión, el observador es uno de los cocineros mas conocidos en La Rioja, y uno de mis favoritos: José Luis Vicente Gómez, Txebico. Un personaje que ejemplifica el refrán de "Las apariencias engañan", porque ahí donde le ven con esa pose e indumentaria desenfadadas, quizás un poco estrafalarias también, es el responsable de uno de los pocos locales centenarios de este país. De una institución Logroñesa llamada Cachetero, donde lo que se sirve es comida típica riojana, plato de cuchara y asado, y no esas modernidades de cuarta y quinta gama.

Un local clásico donde los haya, con rotulo pintado al estilo art nouveau e interior cálido, vivido y por supuesto disfrutado, por numerosos comensales a lo largo de su historia. De cuyo paso por aquí, algunos, los más ilustres y conocidos, han dejado constancia en sus paredes.

Este es al menos el segundo año, que Txebico se lanza a ofertar un menú temático, que gira entorno a la trufa. Y en particular a la trufa local. La que de forma natural y cultivada se encuentra en la Reserva de la Biosfera riojana. Él, que es un enamorado de hongos y setas, y del producto local, no podía menos que intentarlo.

Debo comenzar felicitándole, porque en esta segunda edición se ha superado. Ha arriesgado con un menú en el que todos los platos, incluido el postre, estaban trufados. Pero dejando la posibilidad de que el último plato fuera de elección libre, por esto de no agobiar a los profanos en la materia, dudosos seguramente de su resistencia ante un menú monotemático, de nada menos que un hongo raro.

Un menú que nada tiene que envidiar al ofertado por algunos cocineros señalados como los mejores elaboradores de platos de trufa, y a un precio mucho más humano.

Como entrante un vasito de espuma de foie con mango salteado en mantequilla trufada y cubierto de gelatina de Pedro Ximénez, o algo así. Muy bueno. Realmente bueno, y un ligero olor a trufa.

Garbanzos con foie y trufa. Una crema suave, ligera, sabrosa, muy acertada, en la que se nota un poco más la trufa que en el entrante. Aquí además viene laminada y con aceite trufado.

 
Elogiado segundo plato: Ravioli de calabacín relleno de queso camerano trufado. De sabor y textura excepcionales y aumentada ya la presencia de los olores y sabores del hongo. El adorno del plato, los brotes de remolacha, no fueron por su intensidad de mi agrado. Y eso que los sé complemento de otros grandes menús trufados.
 

Que decir del tercero de la tarde. Cremoso de arroz con setas y trufa. De base suave, pero sabor inigualable. Muy logrado el equilibrio en el plato, y además nada pesado.

 
A estas alturas, y a pesar de que aun falta por salir la estrella del menú, el huevo trufado con marzuelos y patatas panadera, uno podría darse ya por satisfecho.
 
En Cachetero siempre sale uno comido. Habitualmente de más.
 
Un diez para este plato, en el que explotan el sabor y el aroma a trufa. Desde luego podríamos clasificar a este huevo escalfado como "food porn", por no decirlo en castellano, porque al romper su yema y dejar que resbale lentamente sobre el resto de ingredientes del plato, uno encuentra placer para su vista y para su olfato. Un olfato extasiado ya por el perfume del hongo.



Como colofón, milhojas de crema pastelera y merengue trufado, en esta ocasión levemente, para ir relajando los sentidos, pero acompañado de un helado trufado increíblemente logrado. Muy muy recomendable este helado.

 
Que mas se puede contar. La verdad es que poco. Nos vamos mas que satisfechos.Y esperando el próximo menú trufado, de trufa negra de invierno, claro. Una trufa que por cierto hemos podido ver en directo. Aquí no hay trampa ni cartón, ni trufa enlatada ni de esas importadas.
 
Restaurante Cachetero
Calle del Laurel, 3.
Logroño
Telefono: 941228463

jueves, 19 de marzo de 2015

LAS CATAS DE LA TAVINA. LOGROÑO

Hemos comenzado la semana disfrutando de una de las sesiones de cata maridada que La Tavina oferta cada lunes del mes, a las 20:30, siempre que este no sea fiesta de guardar.
 
Más allá de la oferta enológica o gastronómica que semanalmente se presenta, estas sesiones son una oportunidad para compartir mesa de cata con amantes de la cultura del Rioja, enólogos, bodegueros, sumilleres, cocineros, paladares con Cátedra en las grandes cubas y mejores mesas, y aficionados sin mas a la vida social de esta tierra. Una oportunidad que desde aquí recomiendo no ignorar, por lo enriquecedoras que resultan el conjunto de sus intervenciones.
 
Además en un entorno agradable y en plena calle Laurel.

 
En este caso la sesión giro entorno a los vinos de Bodegas Lacus, una singular bodega capitaneada por Luis Arnedo, un joven viticultor y elaborador de Aldeanueva de Ebro, que apoyado por Víctor Visairas, en un impecable papel de presentador del acto, y con un discurso cercano, directo y sincero creo consiguió el agrado del público.

Presentó 5 de sus vinos, el total de los que componen la "Colección Inédito", nombre o sobrenombre que comparten todos ellos. Abriendo boca con un blanco meritorio y extraordinariamente singular: TURRAX 2013, fruto de la mezcla, o dicho a lo enológico, del "coupage" a partes iguales, de un mosto de variedad "Turruntés" y otro de "Maturana blanca". Ambas variedades amparadas por el Consejo de la DOC, un dato este, que relativo a la primera de las variedades, era desconocido por nosotros, y hasta por el mismísimo programa informático de la Consejería de Agricultura.
 
Para acompañarlo, un plato de espárrago natural, el primero de la temporada, con una ligera y agradable salsa maltesa, que teniendo en cuenta que se elabora con naranja sanguina será una de las últimas elaboraciones de la temporada.
 
 
A continuación Inédito 3/3 "tres tercios" de 2013, un vino elaborado combinando tempranillo, garnacha y graciano, aunque en distintas proporciones a las que alude su nombre, y clasificado como joven en la DOC, con grado como corresponde a los de su emplazamiento,  y en el que se reconoce levemente la maceración carbónica resultado únicamente, del primer pisado en vendimia. 
 
Como compañero de mesa un pincho de ajoarriero, muy suave, acompañado de "parmentier" de patata, popularmente conocido como puré de patata.
 

 
La papada a baja temperatura con puré de manzana reineta, acompañó a un Inédito blanco, monovarietal, de garnacha blanca, una variedad que regala vinos con volumen y poco olor. Con la capacidad de poder ser servidos con un cocido, al nivel del mejor vino tinto. Es este un trabajado vino, ya que se elabora con las uvas de una finca familiar en la que hay plantadas hasta siete variedades diferentes y al tresbolillo, una costumbre que era muy típica en La Rioja, teniendo que buscar y recoger la garnacha entre el conjunto de cepas.

 
El cuarto vino de la cata fue el Inedito S. (Lea cada cual la S como desee, aunque sepa que si deseara que esa S fuera Selección, el Consejo Regulador de esta nuestra DOC, no lo autorizaría, sabiendo como se sabe que los vinos de la "Calificada" son todos seleccionados.)
Un vino de garnacha y graciano, en un 40-60, en la línea de potencia esperada por las variedades y el terreno, que en La Tavina combinaron con un acertado lenguado con salsa tártara

 
Para terminar, un Inédito H12, monovarietal de graciano. Un vino vecero, que se elabora solo en las añadas que se puede, nada comercial, o  poco, porque esta es una variedad con un elevado grado de acidez apto para seleccionados paladares, y donde a penas se notan los 27 meses de barrica. Para compensar esta dureza, una exquisita mousse de chocolate con naranja oriental y palito de jengibre


Buen ambiente, atmosfera distendida, publico distinguido, buen vaso y buena mesa, servicio inigualable y tiempo bien invertido.
 
LA TAVINA
C/ del Laurel, 2.
Teléfono: 941102300
Logroño