viernes, 28 de noviembre de 2014

EL MIRADOR SAN JUST DESVERN BARCELONA


Nombres como “Sant Just Desvern”, pronunciado con marcado acento catalán, remiten a mi imaginación, casi inmediatamente, a aquella Barcelona y su sociedad pre-olímpica que Eduardo Mendoza retrataba con ironía en Sin Noticias de Gurb.

No tengo muy claro porqué. Probablemente por la suma de la extravagante sonoridad del nombre “Sant Just Desvern” pronunciado muy en catalán, repito, y la evocación del hijo de uno de sus más ilustres vecinos, Ricardo Bofill, que bien hubiera podido formar parte de la cartera de personajes (el hijo, digo) a los que recurría aquel singular extraterrestre en su búsqueda de su congénere Gurb.

Sin dejar de lado las extravagancias, este municipio alberga uno de los restaurantes más singulares del país o de los “Països”, entiéndalo cada cual como proceda, por su ubicación.

Anillado alrededor de la antigua chimenea de la fábrica cementera Sanson, que alcanza nada más y nada menos que los 105 metros de altura, así en vertical. Bueno, esto no es nada si uno vive en Dubai o en el mismo Qatar, pero es en realidad una altura de vértigo.

 De hecho esta fue la chimenea más alta de Europa durante años.

Y ahi es donde se ubica el Restaurante Mirador de Sant Just

A media chimenea claro, auque la chimenea es también un mirador a cuya cima se accede en un ascensor completamente acristalado no apto para cardiacos

No sólo es original su posición respecto al suelo, sino que su entorno próximo es también de lo más original: a sus pies se erigen el estudio del mismo Bofill y el Walden 7, ese mítico e indescriptible proyecto urbanístico de concentración de población.

Todo mi pueblo cabría en este edificio en el qeu viven cerca de 1000 personas...algo inconcebible para los del medio rural español. 

La verdad es que visto desde aqui el conjunto es realmente bonito. Las ruinas de la fabrica de hormigón rodeadas de vegetación en las que se encuentra el estudio del arquitecto forman un conjunto muy estetico.





 En lo gastronómico, podemos limitarnos a comentar el menú mediodía, que es lo que comimos. Aunque intuimos que el punto fuerte del local son las noches, porque desde aqui la panoramica de la ciudad dibujada por las luces debe ser extraordinaria.

El coste del menu es de 15,95 al que hay que añadir el 10 % de IVA. E incluye un refresco, caña o copa de vino..a la que sumamos más bebida, claro.
Esto es lo que se come...



La oferta es de cinco primeros, otros tantos segundos y postres. Todo bien presentado, bien cocinado y bien servido. Desde luego, en calidad precio es para recomendar.




Y esto es lo que se ve.....



jueves, 27 de noviembre de 2014

THE BRIDGE TAVERN. PUENTE SAN MIGUEL (CANTABRIA)

Se dice de Puente San Miguel, la capital de Reocín, que es la cuna de lo que actualmente conocemos como Cantabria. Reivindicación esta que los recientes hallazgos arqueológicos realizados por los Amigos del Románico parecen refrendar.

Aunque para el pueblo llano Puente San Miguel, es conocido desde el pasado año, por ser la cuna y el lugar de reposo del banquero Emilio Botín. 

Para nosotros es un punto estratégico en el que hacer una parada técnica de camino a casa volviendo de la costa.  La de avituallamiento.

Si, ya se que quizás lo adecuado sería parar en Santillana, que está justo al lado, que está todo empedrado, que tiene una incomparable colegiata, que sólo allí y en Santo domingo de la Calzada puedes encontrar dos Paradores Nacionales, que tiene un montón de restaurantes…pero que se ha convertido en un pueblo trampa para turistas.

Así que para escapar del menú al turista vale la pena avanzar unos km y parar aquí.

La oferta de Puente San Miguel es bastante amplia, y adecuada para un amplio abanico de precios y gustos.

Encontramos sitio en “The Bridge Tavern”, y por los pelos, porque no hay más que dos mesas libres incluyendo la terraza y el área de bar.


Es una taberna inglesa que oferta un menú del día con tres primeros y segundos a elegir, postre y vino.El Bridge que yo creia originario de la traducciónd el puente inglés no se si lo es tanto, porque en su carteol de entrada el "Bridge" que sale es el de la Torre de Londres. 


Mientras esperamos a que nos atiendan, y estratégicamente colocados enfrente de la barra, nos deleitamos viendo la increíble oferta de vinos de la que disponen, proyectada sobre una pantalla.

No solo variada en origen, porque hay vinos de todas las denominaciones patrias y de las mejores regiones vitivinícolas del mundo, sino por los precios ofertados. Lo que nos da lugar a hacer una critica desenfrenada a la política que se aplica a la venta de caldos propios en los establecimientos hosteleros de nuestra casa, La Rioja.


Nos dan la opción de comprar una botella de vino blanco australiano con nuestro menú, por un plus bastante pequeño. La traemos a casa sin abrir y nos pedimos para acompañar la comida un para de crianzas. Un lujo señores.

Ya con una predisposición más que positiva nos lanzamos a degustar el menú: Espárragos trigueros con queso de cabra, ensalada de pollo y bacalao sobre cama de patata asada y con tomate casero. Para mi, todo muy acertado.

martes, 25 de noviembre de 2014

BRASAS Y TAPAS. COBRECES. CANTABRIA


Apostamos por Cantabria para hacer una pequeña escapada. A pesar de las nubes, de las sombras, de la humedad...atraídos por sus muchos encantos que compensan de sobra estos factores circunstanciales.

Por ejemplo el de contemplar los atardeceres desde algunos puntos de la costa, más o menos humanizados, como este de la ermita de la Virgen de los Remedios en Liandres. 

Lugar este donde por cierto, se puede comer y cenar (los lunes no) en el Restaurante El Remedio. Un espacio con muchísimo encanto


Atardecer en el entorno de El Remedio


Nos alojamos en un punto mítico de la costa cántabra, por el que hemos llegado a pasar en numerosas ocasiones a lo largo de los años, pero que siempre hemos considerado un lugar de paso: Cóbreces. 

Antaño llegamos incluso a incluirlo como lugar de parada y fonda. Perdón: parada, queso y fonda. Pero nunca habíamos dormido allí.

Elegimos para una comida y una cena el Brasas y Tapas. El de la carretera principal. Encontramos numeroso público ocupando el interior y la terraza en ambas ocasiones. 

El local en si no es especialmente atractivo, ni por su decoración, ni por su ubicación, pero la verdad es que es un lugar agradable y sin ofrecer una cocina de altura, a nosotros nos dieron bien de comer. A esto hay que sumarle la comodidad de no tener necesidad de desplazarte en coche para cenar en un pueblo tan pequeño como este.

La carta es tremendamente amplia, y  lo mismo te sirven una pizza o una hamburguesa que una parrillada de marisco. El abanico de publico es tambien bastante amplio.

De entre sus especialidades, para cenar pedimos la tosta de queso de Cóbreces a la brasa con vinagreta de tomate. Un acierto. Un plato suave pero con sabor suficiente como para hacerno descubrir las posibilidades de este queso que elaboran y venden en el monasterio cisterciense situado justo enfrente. Y para animarnos a comprarlo.

Con los chipirones a la plancha no acertamos, la verdad. A veces los intentos por modernizar los platos no tienen siempre unos resultados aceptables.
Pero el resto de picoteo estuvo bien, el pulpo, la original brocheta, la costilla a la brasa...

Tomamos también el menu de mediodía, el del día. Abundante, asequible y bien presentado. Creo que por unos 12 o 13 euros.




Nosotros seguro que volveremos. A Cobreces y al Brasas y Tapas.

viernes, 7 de noviembre de 2014

LATERAL PLAZA SANTA ANA MADRID




Lateral es una cadena de espacios de gastronomía distribuidos por el centro de Madrid.

  Image
Decoraciones impolutas, y una carta de pinchos original, variada y tremendamente asequible es la clave del exito de estos espacios. Visitamos el Lateral ubicado en la Plaza de Santa Ana, a la hora de la cena. Desistimos de encontrar sitio en la terraza y por los pelos conseguimos una mesa en el interior. El local con luz tenue y muy agradable sirve a la par de espacio gatronomico y galería de arte. 

Gran parte de los comensales son extranjeros, identificables no solo por su aspecto foraneo y el tono de sus diferentes lenguas, sino por la gran capacidad de invertior el orden de cualquier menu, ingiriendo la vez un poquito de tataki de atun, bien un bocadito de crep de dulce de leche y nuevamente tataki...



Nos pedimos un plato de verdutitas en tempura con salsa de yogurt, de esas que en Logroño se llaman "Rabas de Regadío" para abrir boca. 

Y para no dar mucho lugar al pensamiento un plato de pinchos variados para dos. Brie con jamon ibérico, croquetas, queso de cabra con piquillo, solomillitos con cebolla caramelizada.... ¿mas que suficente? No de postre crepes de dulce de leche..pero en su correcto orden.


Asequible, centrico, rapido, agradable....bien.

LA MUCCA DE PRADO (MADRID)

El Barrio de las Letras de Madrid es una de las mejores ubicaciones para asentar el campamento base como tursita en la capital. Lo tiene todo: Encanto arquitectonico, buen ambiente, espacios culturales, el Prado a dos pasos, el Congreso con su león ciclánico, el ateneo, la sede de los cienciólogos y una muy buena oferta hotelera y hostelera.

Además de la Plaza Santa Ana, su anexa calle Prado esconde algunos espacios gastronomicos a visitar, como el Green and More de los Tudelanos 33, inexplicablemente menos de moda entre el publico local que su vecino de enfrente, La Mucca de Prado.

El fenomeno Mucca no termina de convencerme, mas alla de la impoluta decoración del local. Si bien es cierto que se puede comer a buen precio, tanto a la carta como en el menu, y eso es de agradecer en un Madrid, los platos no son tan espectaculares en elaboración y sabores. 


Creo que su exito radica mas enla premisa de que el que quiera estar se debe dejar caer por alli, porque si no uno no existe, que en otra cosa.



No obstante yo no dejaría de incluirlo en mi lista de "must have" si visitara Madrid. (Quien sabe con qiuien puede llegarse a coincidir. En el Hola lei una vez que la realeza se deja caer por alli)

El ambiente es bueno,la comida variada y el precio para el bolsillo agradable.