martes, 30 de agosto de 2011

KEANES BAR AND RESTAURANT (ORANMORE-CO.GALWAY-IRLANDA)

Las guías sobre turismo en Irlanda no incluyen la comida nacional como uno de los elementos a destacar del país. La mia en particular se centra en describir los guisos de carne, la desmesurada presencia de patata en la dieta, la importante presencia de fritos y lo poco que valoran el pescado los Irlandeses. Sólo le hace aprecio al pan de soda.

Lo bueno partir con una expectativa tan poco halagüeña con respecto a la comida, es que es facil ilusionarse si al final uno no se encuentra con un nivel tan pobre en la cocina. Y creo que eso es precisamente lo que nos pasó, quizás porque arriesgamos más bien poco en la elección de restaurantes que hemos visitado durante este mes.  

El KEANES se autodefine como bar-restaurante, aunque hace las veces de Pub en la calle principal de la localidad de Oranmore, un pequeño pueblo situado en la bahia de Galway.

Es un local típico irlandes, en el que uno avanza a través de una sucesión más o menos ordenada, y siempre elevada, de espacios o habitaciones que configuran el local. Practicamente uno puede cenar en cualquiera de estos espacios si encuentra sitio.

La carta que ofrece es variada y además cada día se incluyen fuera de carta varios platos, y también existe la posibilidad de tomar un menú. Hay platos locales, de carne y pescado, y varios que podríamos clasificar como internacionales y que tienen verdadero exito entre el público, como las fajitas. Este público que podríamos pensar adicto a la cerveza Guinnes, también es adepto a otras cervezas nacionales como la Smithwick's o la Kilkenny, y por supuesto a la sidra Bulmers.

Como aperitivo en este local, en el que cenamos dos veces, tomamos un  plato "Duck Spring roll": un rollito de primavera a base de pato crujiente, rociado con una suave salsa de ciruela. La presentación de los platos es bastante correcta, y el servicio también aunque no hay que esperarse manteles en las mesas.


Aprovechando la oportunidad también probamos la carne de vacuno, servida como chuleta a la brasa (Sirloin Steak 10 oz), el famoso salmón de la bahia (Salmon steak) y un pollo relleno de digamos que una masa de patata y mantequilla con setas y salsa de romero (Chicken Supreme Duxelle).

Todos los platos se presentan junto con sus correspondientes patatas fritas o asadas, verduras cocidas o rebozadas, aros de cebolla, salsas y mantequillas en cuencos aparte.

La chuleta, a la que no he querido referirme commo de ternera, era de carne irlandesa, probablemente de algun ternero de la raza Aberdeen angus o quizás de la Polled Hereford, esos terneros sin cuernos que se pueden contemplar abundantemente en los prados irlandeses, y estaba muy buena.
El plato de pollo es también una curiosidad que puede probarse por lo original de su sabor, aunque realmente es una bomba calórica y resulta una temeridad comerse todo el relleno.
El salmón estaba bueno, pero estos irlandeses tienen tendencia a enmascarar los sabores y realmente con tanto acompañamiento no se podía degustar el pescado en todo su esplendor.

Como postre quiero destacar, por lo diferente, el "Rhubarb Crumble", o pastel de ruibarbo.
 Una hortaliza muy apreciada en el norte de europa de curioso sabor, un tanto acido, y de aspecto parecido a un apio. La mezcla de la tarteleta de bizcocho de mantequilla, con una compota de esta hortaliza y acompañado de helado de vanilla es como poco dierente, aunque hay quien puede encontrarlo algo desagradable.
Para quienes se alojen en la localidad el restaurante es recomendable, y no es caro. La pinta de cerveza por unos 3,70€, podeis ver los precios en la carta de su web, pero una cena completa para dos, a la carta, puede rondar los 50€ sin privarse de nada.

miércoles, 24 de agosto de 2011

DE "VERMÚ" EN BELORADO (BURGOS)

Una de las singularidades más especiales que pueden atribuirse a Belorado es sin duda su gran cultura del bar. Pese a que su número de habitantes no es demasiado elevado, el ratio de bares por persona y las horas que pasan sus habitantes en los bares son considerables. Sin embargo el ratio de consumo de alcohol seguro que no superará la media nacional, porque la afición a ir al bar o al café está muy vinculada a la arraigada pasión local, tanto masculina como femenina, por el juego de la baraja.

También existe en Belorado una especial devoción por tomar el "vermú" que sin duda llega a su máxima expresión los domingos y festivos y las fiestas de guardar.
Los pinchos y tapas del vermu beliforano son de bastante calidad y además destacan por su variedad.
Una ruta de vermú en Belorado bien podría empezar por el Bar KAIS, donde sirven unas rabas muy particulares por raciones enteras o medias, que se recomienda no tomar ni a primerisima ni a última hora. En este último caso porque seguro que te quedas sin ellas. Las rabas las toma cada uno acompañadas de lo que quiere, pero un numeroso grupo de gente suele tomarlas con un biter o medio. Si la ración puede tomarse en temporada de verano, y sentados en la terraza de la Plaza Mayor la experiencia puede pasar a mi parecer, y por lo agradable del escenario, de lo sublime.

Después de las rabas lo propio es acercarse al BAR ACHA a por unos champiñones guisados con guindilla algo picante. Los champiñones pueden tomarse por raciones o como pinchito, que para probar también está muy bien. La barra de este bar, el de Julito, está repleta de pinchos tan demandados como los propios champiñones, y por citar algunos de los que se acaban más rápido puedo nombrar aqui las famosas croquetas caseras que rianse las del Echaurren.

Aunque es dificil decantarse, quizás no debe uno pasar de largo por el BAR MONTERREY otro con terraza a la Plaza Mayor, y con un importante surtido de pinchos. Aqui no diría yo que hay un especial, pero hay varios montaditos bastante buenos, y platos de caracolillos de mar, que por algo son pescaderos.

Saliendo de la Plaza, la cuarta ronda la tomaría en el BAR GROS, el de Alfredito. El Gros es sin duda uno de los puntos calientes del municipio en lo que se refiere a vermú o vino de por la tarde, y es punto de visita obligada. Siempre tiene una importante variedad de pinchos a la hora del vermú: los clásicos de aceituna, atún, mejillones, pepinillos y otros encurtidos, muy bien presentados y siempre frescos. muy adecuados para acompañar un corto de cerveza o un buen vino. Ultimamente también hay otras cosas interesantes en forma de momtadito. El de pimiento, bacalao y alioli es muy interesante.

Para rematar hay que hacer un esfuerzo y dejarse caer por el BAR ETERNA. Casi podría apostar que pocos basres hay en España con los pinchos más brillantes y frescos que en este. Aqui son famosos los pinchos de navajas (de lata), los de bonito, el huevo relleno, y mi preferido, el simple pepinillo relleno de anchoa.  

Y con esto y la hora de comer dada a esperar que den las 21:00 en el reloj de la torre de la Iglesia de San Pedro para ir a tomar los vinos de antes de cenar, y porque no, una de las famosas Tortas rellenas del BAR GROS y unos de los variados bocatitas del BAR ETERNA.

RESTAURANTE LOS BRASEROS BURGOS

Otra vez hemos estado de boda. Y esta vez la boda tenía algunos puntos de interés: en lo social que la boda era la última de las esperadas en la cuadrilla, lo que le daba un punto extra de aceptación y emoción, y en lo gastronómico pues que ibamos a un nuevo restaurante.
El restaurante Los Braseros es un clásico en Burgos en el que nunca habíamos estado. Está situado en la carretera de Logroño, saliendo de Burgos hacia la Pedraja y digamos que a la altura de los tomillares.
El cocktel de bienvenida se sirve en un patio con jardín, que está decorado con algún elemento rústico del tipo barrica y carreta antigua.
El picoteo que tomamos no puede considerarse entre los mejores que hayamos probado en las bodas, ligero y sin nada a destacar, pero más que suficiente. Porque es que hay bodas en las que el picoteo es más importante que la comida, medida ante la cual yo me posiciono en contra, porque siempre tiendo a dudar si es cuestión de ostentación o simplemente falta de previsión.
Durante el agradable rato de picoteo nada hacía presagiar sin embargo la suntuosidad, fastuosidad y otras dades que se me ocurren para describir el recargado salón donde se celebró el banquete, en el que el que el escenario principal estaba compuesto por una calesa negra y dos sillas que más bien podríamos definir como tronos donde se sentaba el recién estrenado matrimonio.
Creo que el lugar a pesar de tener admiradores y de sus dimensiones no es del todo apto para claustrofóficos.
La sensación del decorado opresor se vio sin embargo eclipsada por el gran menú del que disfrutamos. Y digo gran en cantidad y calidad porque no faltó de nada y porque estaba todo bastante bueno.

Para la cena se sirvieron varios primeros: ensalada con foie mi cuit rallado, viera rellena gratinada pero de esas que no son todo masilla y una seleccion importante de frescas cigalas y langostinos. Como pescado y para desviarse un tanto de lo clásico diría yo, los novios eligieron un timbal de bacalao, bien presentado y con un toque de originalidad, que en general fue bien aceptado pero al que yo no puntuaría mucho mas alla del aprobado. A continuación solomillo, bastante aceptable teniendo en cuenta el elevado número de comensales y de postre milhojas. Marques del Puerto Rioja y un rueda de cuyo nombre no logro acordarme.
En general nos quedamos con un buen saborde boca.

LA RANA DEL MORAL CALAHORRA (LA RIOJA)

La Rana del moral es otro de esos restaurantes a los que uno puede acudir a comer en Calahorra y salir satisfecho. Hasta hace poco esa satisfacción no era del todo completa porque a veces la comida se hacía algo pesada para el bolsillo. Y digo hasta hace poco porque ahora uno puede comer por unos 30 euros un menú bastante razonable en el que hay varios platos a elegir, con vino incluido.
El local es sin más agradable con una decoración clásica en la que una pared pintada se combina con arcos de falsa piedra y el servicio correcto.

Este fue el lugar elegido por los AZK a mediados de julio para agasajar a una compañera que ya dejaba de serlo. Por poco más de 30 euros y para un grupo de 20 personas el menú pactado consistió en una selección de cuatro entrantes diferentes a compartir para cada cuatro, un segundo y un postre de la carta a elegir. Incluia también crianza Rioja de la casa (Solar Viejo), agua, pan y café.

Como detalle de bienvenida un buenisimo pan tostado, al que acompañar al mas puro estilo catalán con tomate, ajo y aceite de oliva LECTUS de arbequinas riojanas.

Como entrantes una ensalada de langostinos, ventresca con pimientos y cebolla caramelizada, huevos rotos con patatas y hongos y parrillada de verduras.

Una amplia variedad de segundos a elegir entre los que había bacalao a la riojana, cochinillo, entrecot, chipirones rellenos...y también una buena variedad de postres, entre los que destacar la tarta de queso que supera el aprobado. Y es que quien conozca nuestra trayectoria crítica habrá notado ya que la tarta de queso se ha convertido para nosotros en un referente de "calidad" hostelera.

En resumen, que el resultado general ha sido satisfactorio y que este es un restaurante a considerar a la hora de elegir lugar en Calahorra.