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viernes, 19 de diciembre de 2014

BAR AVENIDA: CEREZO DE RIO TIRÓN (BURGOS)

Cuando empecé a redactar esta crónica me vino a la cabeza un viejo "sketch" de Faemino y Cansado, en el que ambos reflexionaban sobre la gente que sale de su casa para hacer turismo a un destino caro, y a ser posible lejano. Y ponían por caso Australia. Una ciudad australiana y una española pueden no ofertar productos muy diferentes, pero el exotismo de la distancia hace que el turista retrate con agrado los objetos mas cotidianos, como si fueran algo extraordinario. 

En realidad el prisma a través del cual se mira, la actitud positiva y el caracter sentimental son los que aportan valor añadido a los destinos a visitar. Quizás más que los monumentos para los profanos en materia histórica o cultural. E inevitablemente en esto influyen las modas. 

Si Cerezo de río Tirón estuviera más lejos, probablemente sus "productos turisticos" estarían más valorados. Asentamiento autrigón, emplazamiento romano, emblema del expolio del patrimonio en el medio rural español, pueblo minero... Probablemente también hubiera mejorado su estatus si la fortuna hubiera estado de su parte en la división provincial, cayendo en el lado riojano y no en el castellano. 

Aun estando tan cerca merece la pena ir a pasar al menos un rato por Cerezo y recorrer la Via Romana de Italia en Hispania, la que unía Tarraco con Cesaraugusta y Asturica Augusta, a través del itinerario que se encuentra señalizado. Cruzar los puentes romanos y subir a la Llana. A reflexionar sobre la despoblacion y a imaginarse cómo sería su su iglesia romanica, componiendo un poco el puzle con los restos que acabaron en Burgos y en Nueva York.

Y para reponerse del esfuerzo y de la reflexión bajar después al Bar Avenida a almorzar o a tomarse un vermú.


El Bar Avenida es un bar familiar con al menos medio siglo de historia. Situado en la arteria principal de la localidad, frente al frontón. Un bar amplio, de barra inmensa, al que he visto envejecer de la mano de la tia Marce y ahora de "Inaciete" y de la Martina, y al mismo ritmo que lo hacen también sus fieles. Por lo visto ya no es el bar de elección para los más jovenes, que prefieren otros espacios locales. 

Lo que es desde luego indiscutible es su liderazgo en materia de cafés, para cuya eleboración Inaciete tiene mucha mano. Esto nadie lo puede negar.
 

Tambien sería osado discutir la calidad de sus famosas raciones de empanadillas y huevos rellenos, que todo comarcano que se precie debería probar al menos una vez en su vida, y a los que estas imagenes no hacen en absoluto justicia.





Estas Navidades bien merecen una visita al Avenida en particular y a Cerezo de río Tirón en general.


http://www.cerezoderiotiron.es/dow/edi/image/Empresas/image013.gif

lunes, 24 de marzo de 2014

LA PARRILLA DEL ROYAL (BURGOS)

No se puede negar que como destino turistico de interior, Burgos es uno de los más atractivos. El simple paseo por su centro historico es en si mismo un aliciente para visitar la ciudad. En cuestion de gastronomía alabo muchos de sus restaurantes, especialmente los más clasicos, esos que incluyen en su menú sopa castellana, morcilla y como no, cordero lechal. 

Pero la afición por la globalización y por la pérdida de señas de identidad también afecta a ésta que ostentó el pasado año la capitalidad de la gastronomía nacional, promocionado una cocina alternativa, moderna, y una cultura del tapeo, con la que yo no acabo de identificar la ciudad. 

Tras una decepcionante ración de mejillones picantes y calentitos de la Mejillonera, en los que nos pareció detectar tomate bien frito de lata de una riojana empresa con sede en Alfaro, y nada de picor, nos paseamos por la calle de San Lorenzo y tratamos de resarcirnos con un tigre de Los Herreros. En un intento por aceptar la modernidad, también nos acercamos a la Lorencita, a por un pincho de bacalao que se anunciaba reconocido en el concurso de pinchos de la ciudad, todo ello acompañados por el numeroso público que abarrotaba la calle en un día soleado de anticipada primavera. 

No es que la Laurel no tenga sus fallos, pero en cuestión de tapeo no solo el pincho cuenta, sino que al pincho le hace también el ambiente, y el de Burgos es tan solemne, tan de marca en el bolso y la chaqueta que el encanto chiquitero, para un riojano, se desdibuja facilmente del mapa.

Así que decepcionados y aceptando nuestro detectado dificil encaje vagamos por la zona hasta recalar en La Parrilla, el nuevo del Royal. Y la verdad es que salimos encantados.


Un local en el que se ofertan raciones de numeroso productos a la brasa, preparados en una enorme parrilla que ocupa un elevado porcentaje en metros, del lugar. Moderno, elegante, casi completo. Nos sentamos en mesa y pedimos varios platos: morrito, al que acompaña una salsa elaborada con la misma base que la salsa del Bar Lorenzo de la Laurel. Ración de pulpo a la brasa, muy buena. Hamburguesa de vaca (de esas que llaman buey) y chuleta. 

Bebidas incluidas no llegamos a 13€ por persona y eramos 4. Trato profesional y agradable, muy agradable diría yo.

Nos sorprende que aun se sirvan aqui, siendo tan reciente su estreno, aceite y vinagre en aceiteras rellenables...¿No era que debía ser todo envasado? Quizás son cosas de que aun no esté la cosa en vigor. 


Fuimos presas de la alternativa a lo tradicional, pero no estuvo mal. Ahora, a Burgos, a comer cordero.


La Parrilla del Royal
C/ Huerto del Rey
09003 · Burgos
braseria@laparrilladelroyal.com

martes, 4 de febrero de 2014

ROSE MARY DRUNKEN BROS BREWERY: CERVEZA ARTESANA

La fiebre por la cerveza casera, de los "homebrewers" como globalmente se denominan, invade también La Rioja, y mi espacio de trabajo. Y la verdad es que hay verdaderos artistas de esto de la cerveza casera. Es lo que tienen de bueno las aficiones, que se les dedica tiempo y ganas.

Dos de esos elaboradores caseros, vizcainos ellos, que se hacen llamar en el mundillo cervecero por el evocador apelativo de los "Drunken Bros", han dado el salto al mundo exterior y han decidido comercializar sus cervezas. Según parece por el simple derecho al ego.Porque ellos de momento no tienen esto como actividad principal. 

Con una estrategia que pasa por diferenciarse a través de la diferenciación del producto, o sea, de ofrecer cervezas diferentes, que es el camino elegido por un elevado porcentaje de estos elaboradores de cerveza artesana. Una elección racional por otro lado, puesto que hacerse un hueco en el mercado no es nada facil, en este mundo de infinita oferta, y cada vez más reducida cartera.

Sorprendentemente elaboran la cerveza en Medina de Pomar, sí, provincia de Burgos. No quisiera resultar hiriente, pero qué duro tener que expatriarse a Burgos siendo nada menos que de la tierra del "Label", "Euskolabel, digo", abanderados ellos del exito en los canales cortos de comercialización, protectores de la venta directa, y promotores a ultranza del consumo de lo local. Trio de definiciones que en realidad vienen a decir lo mismo.!!!Luego querrán que sus productores sean cero CO2!!!

Singularidades aparte, esta semana hemos probado una de sus cervezas. Su actual cerveza, pienso. La Rose Mary. Una cerveza que intuyo toma su nombre del nombre de uno de sus ingredientes diferenciadores: el " Rosmarinus Officinalis" o Romero silvestre.


Una American Pale Ale, pero con romero. Original, muy aromatica, pero nada pesada, con trazas apenas perceptibles del romero, o de lo que como romero podria identificarse. Muy lograda y muy recomendable. 

La estetica de la botella me resulta un tanto estridente, como de cartel de cine de pelicula de Serie B. No fue mi elegida entre el sin numero de artesanas que formaban en fila en la Abadía de la cerveza de Logroño, sino que fue resultado de un cambio sugerido por el vendedor. 

Afortunadamente él es de esos que saben de cerveza y no tienen como criterio de elección la etiqueta...pero compradores somos todos.

lunes, 28 de octubre de 2013

RESTAURANTE HOTEL BELORADO: EL MENÚ DE MIGUEL ANGEL


Llevo un buen rato imaginándome las multiples evocaciones a las que puede dar lugar el titulo de esta entrada. Un epígrafe que puede resultar sugerente e incluso atractivo, y vincularse nada menos que a aquel Miguel Ángel Buonarroti de la Toscana. 

La verdad es que así a bote pronto no hay demasiadas coincidencias entre el artista y nuestro Miguel Angel, el del Hotel, pero quizás les pudiera servir esta frase, "El menú de Miguel Angel", como gancho publicitario del local.

Aunque por lo que puede comprobar hace un par de domingos no es precisamente publicidad lo que necesitan. El comedor estaba repleto y en el rato que nosotros estuvimos se sirvieron más de 50 comidas. 

La verdad es que es dificil encontrar sitio en el Hotel, o así se cuenta en los mentideros. Y especialmente los fines de semana a la hora de cenar, y no siempre porque esté lleno.

¿Saben esa forma de seleccionar el público que tienen por ejemplo los restaurantes de Nueva York? Sí esa que muestran tantas y tantas series americanas y que hace por ejemplo que Carrie Bradshaw, la de Sexo en Nueva York, se las tenga que componer para encontrar al tio famoso de turno para que la dejen pasar a cenar. O para que al menos la pongan en la lista de espera para antes de tres meses.

Pues yo apuesto a que esta idea se la copio a Miguel Angel algún avispado gurú del marketing que cayó por Belorado haciendo el camino de Santiago. Se la llevó a NY, la decoró con glamour y !!a triunfar!!

La verdad es que el Hotel es un sitio singular, y el anecdotario con que cuenta el local da buena fe de ello. 

Aun así, si consigues mesa se suele comer bien. 

Lo de comer bien y a tu libre elección ya es más dificil, porque muchas veces al Hotel se va a comer lo que te quieran poner. Esta es otra de sus particularidades. Por ejemplo nosotros pensabamos comer siendo domingo un menu que tienen por unnos 20 euros, pero nos ofrecieron el menu normal. Por unos 11€ creo recordar.

Y ese es el que tomamos. A ver si después de haber tenido la fortuna de que nos hicieran un hueco ibamos nosotros a poner las normas allí. Y comimos bien. 

Sopa de pescado y trucha para él y entremeses y  lengua en salsa para mi. (Muy buena la lengua por cierto). agua, pan, vino y postre, y todo ello en el reformado comedor que han preparado.




No es un lugar de lujos este, pero puede valer.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

RESTAURANTE DE SIMON (BURGOS)

Después de un verano emocionalmente demasiado intenso, y que sin duda ha influido notablemente en mi, había pensado en colgar las botas virtuales. La verdad es que no recuerdo haber comido nunca tantos días seguidos de menú, sin ganas de comer, y conteniendo a duras penas las emociones. 30 días de menú, que dan para un programa como el de Samanta.
 
Pero hay que sobrevivir y para eso hay que comer.
 
El nuevo Hospital de Burgos, culto a la desmesura, el derroche y resumen tangible de los tiempos de servidumbre al constructor, por todos vividos, se ubica lamentablemente muy lejos del centro. Esto facilita que para comer sin demasiado pensar, uno tienda a dirigirse a la cafetería del mismo para comer.
 
Pero la verdad es que lo más recomendable es salir del edificio y colarse entre las calles del G3, para buscar un menú. Hay varios para elegir, la mayoría recomendables. Todos a un precio parecido sino igual de 9.50€, en clara afrenta a la ley de la competencia.

De entre todos los que probé quiero recomendar el Restaurante de Simón. Que en realidad es el que más lejos nos pilla, pero el que mejor relación calidad precio y servicio mostró.

 
Un comedor pequeño, agradable y luminoso. Un servicio muy correcto y una carta de menú amplia. 
 

 
Me gustaron las patatas a la importancia, y especialmente la leche frita. Que ojo, no suele entrar en el menú, más que los lunes si sobra del día anterior. Comimos pescados varios bien puestos, múltiples primeros platos, albóndigas diría yo que elaboradas con paté La Piara....Nada nos sentó pesado a pesar de las circunstancias. No había rastro de aceites de refrito.
 
Todos los días estaba el comedor lleno. Con varias mesas repetidas a lo largo de las semanas. Sin duda ese es el mejor indicador.
 
Salir, un café, un agradable paseo por la orilla del río Vena y otra vez a esperar.
 
Se necesita tiempo y rodaje para volver a empezar, eso siendo San Mateo.
 
RESTAURANTE DE SIMON
C/ MARQUÉS DE BERLANGA, 2
G3. BURGOS
947044847



martes, 28 de mayo de 2013

CAFE BAR PUERTA REAL (G3-BURGOS)

La vigente Capital Española de la Gastronomía, Burgos, es un destino de sobra conocido por nosotros, al que últimamente acudimos con menor frecuencia de lo acostrumbrado.

Y ciertamente, esta ciudad merece de vez en cuando una visita. Darse un paseito por el centro, visitar si no se ha hecho ya, el acertadisimo Museo de la Evolución Humana, y sentarse a comer. Si se puede cordero. Y si gusta, morcilla. Bien, y si no es en julio, sopa castellana para entrar en calor.

En cuestión de picoteo nunca he tenido la ciudad como referente, y eso que reconozco que El Morito, La Mejillonera o Los Herreros, son unos bares con solera que están bastante bien.

Otros bares más de moda últimamente, a mi personalmente y como visitante, no me aportan nada especial. Quizás algunos interiores bien decorados sí, pero no he encontrado mas que pinchos globalizados que se dice ahora, o vulgarizados que diría yo.

Estuvimos en el Jardín del Gaona, un "great hit" local con su decoración impecable, su luz, su limpieza, y con un ritmo frenético de atención y venta de pinchos. Los que probamos estaban bien, pero no pasaban del bien.

También en el sonoro Rimbombín, con una larga barra repleta de pinchos, de esos globales, que a mi no me dijeron comemé. Aunque he de decir que en la terraza vi servir algunos atractivos platos.

Esta despersonalización de los bares no me resulta atractiva, porque a mi (Que egocentrismo con el mi) lo que me gusta es ir a un sitio a comer algo que me resulte diferente. Cecina en León, Tortetas en Huesca, y en este caso en particular, morcillade Burgos  y al menos un tigre, con su chorrito de Jerez. 

No comi morcilla, pero si un tigre, con su chorrito de Jerez. Y diré que fue casi con seguridad, el  mejor tigre que he probado nunca. En el Cafe bar Puerta Real. Ojo, no en el Puerta Real del centro de la ciudad, si no en el del "G3".

Vean ustedes que interior, todo mejillón desmigadito. Con una salsa bechamel, suave y fina, de esas que los grandes criticos ensalzarían de encontrar en cualquier croqueta de restaurante con estrella. Y a precio de vermú de barrio.



Me atrevo a opinar que en materia de tigre, los otros de Burgos lo tienen dificil.

jueves, 25 de abril de 2013

CUEVAS DE FUENTEMOLINOS (PURAS DE VILLAFRANCA-BURGOS): VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA

Hay historias que en los comienzos de la vida pueden marcarle a uno para siempre. En mi caso son muchas. Una de ellas el Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne. No son pocas las ocasiones en las que he imaginado encontrar entre las páginas de un libro, un papel perdido que marcara el inicio de un viaje de aventura y misterio. Escrito por supuesto en caracteres runicos y del revés, como aquel que encontrara en su día Axel, el sobrino de Otto Lindenbrock.
En estos tiempos es facil encontrar cuevas que te permitan acceder superficialmente al centro de la tierra. Es cierto, ahí están las de Nerja o las de El Soplao. Pero el desencanto de lo artificial, de lo preparado para el turismo, desluce para mi los tesoros que en ellas se pueden mostrar. Y no engañan a mi imaginación.
Tampoco tengo un gran nivel como espeleóloga la verdad, y claro, buscar un equilibrio entre el cinturon blanco y el negro es algo complicado. Pero tengo la suerte, una de esas que te da la vida, de ser de Belorado.
!Que pretenciosa! se puede pensar. Pero aqui, por fortuna tenemos más de lo que podemos creer. Y entre esas cosas que tenemos están las Cuevas de Fuentemolinos. No están precisamente en Belorado, pero ostento un importante sentimiento comarcal.
 

Si uno consigue superar la claustrofobica entrada a las cuevas, más sinuosa me atrevo a pensar, que aquella del volcán Sneffels en la que Arne Saknussemm marcaba el inicio del viaje de Verne, puede echar a volar su imaginación. Y para superar el momento no hay como ir acompañados por Sergio, de Beloaventura.
La cueva de Fuentemolinos data aproximadamente de hace 35 millones de años y se ha creado, de manera singular en una no habitual masa de conglomerados calcáreos. Dicen que es una de las cuevas más importantes de su categoría a nivel mundial. La sexta en la clasificación.
A lo largo de sus cuatro kilómetros de recorrido, distribuidos en tres alturas, está salpicada de estalactitas, estalagmitas, excéntricas, banderas, columnas y otros elementos geológicos que pueblan este tipo de lugares.

Incluso hay una playa mitológica en el nivel superior, al que sólo son capaces de llegar algunos privilegiados. Justo como en el libro. Seguro que hallí habitan animales fabulosos y todo, y me cabe dudar incluso que si buscaramos bien, habría allí algún resto del Nautilus. Seguro.
La aventura cuesta algo más de 30 €. Diría que 33, por temas de seguros y demás, y es una experiencia como poco emocionante. Al menos para espeleólogos de una vez en la vida.
Lo que falla del paralelismo aqui es que uno sale de la cueva y no está en las estribaciones del Etna, en Estrómboli, sino en Puras de Villafranca, que tiene el encanto de la aldea rural, pero que no es una imagen tan potente como la del volcán con su fumarola de humo al viento.
 "arutneva atse riviv anep al ecereM". GV

miércoles, 26 de diciembre de 2012

RESTAURANTE LOS CLAVELES. IBEAS DE JUARROS (BURGOS)

Hce ya unos años que el Club Deportivo Montañeros Burgaleses instauró como tradición el ascenso al Pico Mencilla (1932m), el domingo anterior al día de Navidad, para poner allá arriba un Belén. Este año, sin nieve y sin burra ni buey.

Uno de nuestros amigos ha hecho suya esta tradición y puntualmente asciende cada año hasta este pico, a poner el suyo propio. Este año ha logrado convencer además a un pequeño grupo de amigos para acompañarlo, poniendo como cebo a la ascensión, la degustación a posteriori, de una atractiva olla podrida en el Restaurante Los Claveles de Ibeas de Juarros.

Así que tras aparcar en Pineda de la Sierra y llevar a cabo una ascensión de dificultad media, bajo unas condiciones meteorológicas más propias del verano en la Sierra de la Demanda, puso Aguirre el Belén.
Los demás le acompañamos bocata de cecina y tomate en ristre, chocolates y frutos secos por doquier.

Tras un alegre descenso alentado por los pensamientos e imagenes culinarias de lo que estaba por venir, nos dirigimos a Ibeas de Juarros. Pueblo éste, conocido como uno de los tres puntos de entrada al Yacimiento de Atapuerca. Entrada guiada se entiende. Y por sus alubias rojas. Y en concreto por las alubiadas del restaurante "La cocina de Los Claveles".

 

En su pagina de presentación digital, se explica que "frente a una gastronomía elaborada y esteticista continuamos pensando que la comida de fundamento es la que aporta el carácter diferencial que queremos en nuestro establecimiento y nos otorga una personalidad propia en los establecimientos de nuestro entorno".

En cuanto a la parte gastronómica, eso es verdad. Pero en realidad han caido en el esteticismo como todos. Al menos en lo que se refiere a la estética del local, ambientado más como gastrobar que como fonda castellana en la que degustar platos contundentes. Y quizás esto haya sido en realidad un acierto, porque la ligereza del diseño ambiental no le añade más peso a la comida. Y uno se come los caparrones casi como si fueran verduras y no legumbres. Puede el comensal sentirse incluso hasta moderno y puede el local, que lo hace, atraer a público estético.

La alubiada se cobra a 16 euros, aunque sumando bebida y postres ronda los 25 euros por persona, pero merece la pena.

Las alubias rojas finisimas y a decir de uno que repetía la visita, mejores que en otras ocasiones. Cremosas y en su punto.



Los sacramentos de acompañamiento a la altura del Mencilla: Morcilla, chorizo, pata, oreja, costilla, tocino y relleno. El relleno nunca se ha comido en mi casa. Pero es una tortilla de miga de pan, ajo y tocino frito.


Como habíamos subido una montaña, nos permitimos hasta postre. Casero.


Y un vinito de Emilio Moro. Finca Resalso 2011. Se pide Ribera, sí, a este lado de La Pedraja.

lunes, 3 de septiembre de 2012

CASA LEÓN. VILLAMAYOR DEL RIO (BURGOS)

Si Javi y Marimar hubieran accedido a "pasar por el aro", estoy segura de que a estas alturas, Casa León, sería un clásico imprescindible en todas las famosas guias. Esta falta de sometimiento a los patrones establecidos es la única explicación que puede encontrarse para justificar su ausencia en todas ellas.
 
Esto, y quizás la fama de ser un tanto peculiares que estos hermanos ostentan.
 
Aunque la peculiaridad más destacable a la hora de valorar su trabajo es su caracter obsesivo: por la limpieza del local (Que es extrema), por ofrecer un producto de altisima calidad (Que lo consiguen)  y por exponer y vender una amplia gama de productos delicatessen (Que hacen perder el gusto a cualquiera).
 
Esto es suficiente para eclipsar su comentado caracter personal, criticado en algunos foros.
 
Así que este restaurante, que bien podría ser mundialmente conocido por el brillo de sus estrellas, se limita a ser un restaurante de culto, que a la vista puede pasar por ser un simple bar de carretera, con una fiel y selecta clientela aficionada al buen comer, procedente de todos los puntos del país.  
 
 
 
Hace poco apuntaban algunos amigos que en los restaurantes de los más afamados cocineros nacionales se podía comer bien, pero no mejor que aqui en "el león". Y personalmente comparto su opinión.
 
Su carta no contiene ningún plato de extenso nombre.
 
La oferta se limita a platos de lo más tradicional: cocidos, verduras de temporada, caracoles, ensaladas y ensaladillas, pimientos rellenos...y carnes y pescados en diversas elaboraciones.  Dicho así, resulta complicado imaginarse el porqué de tanta alabanza a algo tan aparentemente simple.
 
Pero la verdad es que cada uno de los platos que ofrecen está elaborado y presentado de forma exquisita.  Y que en pocos lugares puede uno comer y beber con unos cubiertos y copas tan relucientes.
 
Este mes de agosto disrutamos comiendo una menestra y un plato de pimientos rellenos de rape, langostino y setas para compartir. Las fotos con seguridad no hacen suficiente justicia a los platos, porque la menestra está al nivel de las mejores de la Ribera Navarra, incluyendo esparrago y calabacín rebozados. Y el pimiento relleno con suave textura e intenso sabor, incluyendo una salsa con muy buen sabor a mar.
 
 
De segundo tomamos rape, rapito, y un solomillo de ternera a la plancha. La carne es especialmente recomendable en Casa León, y este solomillo en particular, de dimensiones desmesuradas para una ración,  estaba en su perfecto punto.



En anteriores entradas casi pasaba por alto los postres, pero Miguel, un cocinero amigo, me ha llamado la atención sobre la importancia de este final, y del cafe y la copa. Y es verdad. Si falla el postre falla todo.

Como siempre mi acompañante se pidió una tarta de queso, y yo arriesgué con unos higos frescos con natillas y caramelo. Nunca nos habían ofrecido antes este postre, y estaba realmente bueno. Fresco y dulce.



Pacharán casero en vaso de estética alquímica, y detalle de la casa para acompañar.

A la carta, con Viña Real crianza de Rioja,y agua, unos 40 euros/persona.

jueves, 12 de julio de 2012

EMBUTIDOS CASALBA VILLAMAYOR DEL RÍO (BURGOS)

Casa Alba es una empresa familiar, dedicada a la elaboración de embutidos especiales, que sin duda se pueden calificar como delicatessen. Los de Villamayor del Río (Burgos) son productos bien conocidos en el mundo de la alta gastronomía, dentro y fuera de las fronteras nacionales. Y como nadie es profeta en su tierra todavía no han sido empleados como abanderados de los productos, ni de las empresas, de la Riojilla Burgalesa. Pero seguro que todo se andará, o así debería ser.

Y es que es esta una comarca afortunada, a la que le vale con explotar su fortuna de la forma más plana, y sin empeño ni imaginación. Que sería de ella sólo con un poco de pasión...

Aunque dicen que una imagen vale más que mil palabras, debo empezar diciendo que la foto que incluyo en este articulo no hace en absoluto justicia a los productos retratados en la misma. Es mucho más acertada la que David de Jorge (Robin Food) incluye en su blog sobre la "tocineta" como el dice, de esta misma casa.

Y además mira tu lo que va quedando del jamón en dos días.


Pero ni el mejor fotografo podría retratar adecuadamente los productos de Casa Alba. Especialmente los jamones ibéricos ahumados. Simplemente porque éste no es solo un jamón que se pueda comer con la vista, es necesario apoyarse también en los sentidos del gusto y el olfato para degustarlo en toda su plenitud.

Y es que el ahumado que se incluye en el proceso de secado de este producto, se dice que con leña de encina, le confiere una personalidad especial, que permite al paladar distinguirle sin duda, en cualquier situación y de cualquier otro.

La calidad y singularidad de estos productos se extiende también al resto de sus embutidos, elaborados con humos y adobos que les hacen especiales: cintas de lomo, salchichones, chorizos...todos excepcionales. Eso sin contar con que el producto de base es ya de muy buena calidad.

Para mi estos productos no tienen comparación, y no lo digo influida por la abstinencia de embutido a la que he estado sometida los pasados nueve meses. Solo hace falta probarlo y comparar.

sábado, 7 de julio de 2012

DELICATESSEN OJEDA (BURGOS)

Burgos es una de esas ciudades donde aun pueden encontrarse pastelerías de las de toda la vida: con su propio obrador y productos de elaboración diaria. En la ciudad hay, por fortuna para los amantes de la golmajería, bastantes establecimientos clasicos que resisten aún a la invasión masiva del producto de bollería-pastelería ultracongelado.
Siempre he asociado esta ciudad, el centro al menos, con un cierto aire de clasicismo conservador, en el que la marca y la etiqueta sirven para mostrar, o al menos para aparentar, lo que uno es o pretende. Caballeros y señoras paseando del brazo, con su indumentaria adquirida  en comercios de prestigio como "Serrano", siempre en tonos marino, verde botella o camel, con sombrero y carisimas bufandas de Burberry´s en invierno, zapatos de salón y abrigos de corte britanico. Indumentaria acorde por otro lado con el aspecto señorial que la piedra confiere a la ciudad.
Si en otros lugares lo de categoría es ir a tomarse un café al Casino o al Parador, Nacional se entiende, en Burgos un equivalente sería  ir a tomar algo al Ojeda.
Casa Ojeda es uno de los grandes nombres de la ciudad en el ámbito de la gastronomía: Su restaurante es uno de los lugares más afamados donde comer lechazo asado, y esto les permite establecer unos precios un tanto elevados. Quizás demasiado.

En el edificio que alberga el restaurante, muy bien situado por cierto, casi a los pies de la capa del Cid Campeador, hay espacio también para una cafetería y para el espacio Ojeda Delicatessen, que es en lo que se ha convertido su antigua pastelería. Además de pasteles y dulces hay espacio para productos precocinados y otros productos de renombre: embutidos, aceites, patés, aguas, vinos, pastas...

Si bien no es mi pastelería favorita de la ciudad, ha perdido mucho con la mecla hay que reconocer que tiene algunos dulces excelentes. Sus "raquetas" siempre me han gustado, y aunque yo no soy mucho de "Chevalieres",  su nata siempre resulta buenisima para los catadores.

Mi último descubrimiento han sido los "Bartolines", creo que cito bien. Un detalle traido espcialmente a Logroño desde Burgos para una recién estrenada madre necesitada de energías.




Los amantes del producto de churrería no pueden dejar de probarlo. Digo de churrería porque son una versión del "suso" pero en fino, muy muy fino. Excepcional. La pasta exterior frita y recubierta de azucar y el interior con una maravillosa crema pastelera.

Un capricho para degustar aprovechando por ejemplo, una visita al Museo de la Evolución Humana, que bien la merece.

sábado, 26 de noviembre de 2011

CHOCOLATES MERINO: UN CHOCOLATE MUY ESPECIAL

Estos inviernos tan atemperados, de americana y no de chaquetón, no invitan a comer castañas asadas ni chocolates con churros. Sin embargo celebrar cualquiera de los santos del invierno alimentando el olfato y el gusto con una buena taza de chocolate es un placer y una costumbre que yo creo que no se debe perder. Desde San Martín hasta Santa Águeda, pasando por Santa Cecilia y otras citas ineludibles del santoral, es un ritual familiar abrir una tableta de Chocolates Merino y hacer una buena cazuela para desayunar o merendar. Incluso a veces para las dos cosas. A este chocolate asocio otro de los sabores perdidos de mi infancia, el de su complemento ideal: los bizcochos de soletilla que hacían en el Hostal en Santa Agueda y que soliamos parar a comprar, para lograr como dicen ahora "el perfecto maridaje a una humeante taza"



Este es un chocolate para mi muy especial, alejado de las texturas planas de los chocolates más populares como Valor, y quizás más asociable a Pedro Mayo aunque solo sea por su envoltorio. Aunque es de los de comer "cocidos" como así se advierte en la propia pastilla, a mi siempre me ha gustado roer algún que otro trozo crudo. Y digo roer porque es un chocolate de los duros, que uno puede rallar literalmente con los dientes, para obtener un fino polvillo con sabor a canela.



Este sabor a canela le confiere a este chocolate un toque especial y os recomiendo probarlo. Yo lo prefiero con leche, y con un poco de agua al principio para ayudar a la disolución. No se si será facil de encontrar, porque desconozco su linea de distribución, pero seguro que donde lo hacen, en el Hostal El Chocolatero, en Castildelgado (Burgos) uno puede hacerse con una tableta....Lo recomiendo especialmente para los que peregrinan a Santiago, porque el camino pasa justo al lado de la puerta...el francés, claro.

No se si tiene competidores tan caseros como él, pero se aceptan sugerencias para probar y comparar otros sabores.....

miércoles, 24 de agosto de 2011

DE "VERMÚ" EN BELORADO (BURGOS)

Una de las singularidades más especiales que pueden atribuirse a Belorado es sin duda su gran cultura del bar. Pese a que su número de habitantes no es demasiado elevado, el ratio de bares por persona y las horas que pasan sus habitantes en los bares son considerables. Sin embargo el ratio de consumo de alcohol seguro que no superará la media nacional, porque la afición a ir al bar o al café está muy vinculada a la arraigada pasión local, tanto masculina como femenina, por el juego de la baraja.

También existe en Belorado una especial devoción por tomar el "vermú" que sin duda llega a su máxima expresión los domingos y festivos y las fiestas de guardar.
Los pinchos y tapas del vermu beliforano son de bastante calidad y además destacan por su variedad.
Una ruta de vermú en Belorado bien podría empezar por el Bar KAIS, donde sirven unas rabas muy particulares por raciones enteras o medias, que se recomienda no tomar ni a primerisima ni a última hora. En este último caso porque seguro que te quedas sin ellas. Las rabas las toma cada uno acompañadas de lo que quiere, pero un numeroso grupo de gente suele tomarlas con un biter o medio. Si la ración puede tomarse en temporada de verano, y sentados en la terraza de la Plaza Mayor la experiencia puede pasar a mi parecer, y por lo agradable del escenario, de lo sublime.

Después de las rabas lo propio es acercarse al BAR ACHA a por unos champiñones guisados con guindilla algo picante. Los champiñones pueden tomarse por raciones o como pinchito, que para probar también está muy bien. La barra de este bar, el de Julito, está repleta de pinchos tan demandados como los propios champiñones, y por citar algunos de los que se acaban más rápido puedo nombrar aqui las famosas croquetas caseras que rianse las del Echaurren.

Aunque es dificil decantarse, quizás no debe uno pasar de largo por el BAR MONTERREY otro con terraza a la Plaza Mayor, y con un importante surtido de pinchos. Aqui no diría yo que hay un especial, pero hay varios montaditos bastante buenos, y platos de caracolillos de mar, que por algo son pescaderos.

Saliendo de la Plaza, la cuarta ronda la tomaría en el BAR GROS, el de Alfredito. El Gros es sin duda uno de los puntos calientes del municipio en lo que se refiere a vermú o vino de por la tarde, y es punto de visita obligada. Siempre tiene una importante variedad de pinchos a la hora del vermú: los clásicos de aceituna, atún, mejillones, pepinillos y otros encurtidos, muy bien presentados y siempre frescos. muy adecuados para acompañar un corto de cerveza o un buen vino. Ultimamente también hay otras cosas interesantes en forma de momtadito. El de pimiento, bacalao y alioli es muy interesante.

Para rematar hay que hacer un esfuerzo y dejarse caer por el BAR ETERNA. Casi podría apostar que pocos basres hay en España con los pinchos más brillantes y frescos que en este. Aqui son famosos los pinchos de navajas (de lata), los de bonito, el huevo relleno, y mi preferido, el simple pepinillo relleno de anchoa.  

Y con esto y la hora de comer dada a esperar que den las 21:00 en el reloj de la torre de la Iglesia de San Pedro para ir a tomar los vinos de antes de cenar, y porque no, una de las famosas Tortas rellenas del BAR GROS y unos de los variados bocatitas del BAR ETERNA.

RESTAURANTE LOS BRASEROS BURGOS

Otra vez hemos estado de boda. Y esta vez la boda tenía algunos puntos de interés: en lo social que la boda era la última de las esperadas en la cuadrilla, lo que le daba un punto extra de aceptación y emoción, y en lo gastronómico pues que ibamos a un nuevo restaurante.
El restaurante Los Braseros es un clásico en Burgos en el que nunca habíamos estado. Está situado en la carretera de Logroño, saliendo de Burgos hacia la Pedraja y digamos que a la altura de los tomillares.
El cocktel de bienvenida se sirve en un patio con jardín, que está decorado con algún elemento rústico del tipo barrica y carreta antigua.
El picoteo que tomamos no puede considerarse entre los mejores que hayamos probado en las bodas, ligero y sin nada a destacar, pero más que suficiente. Porque es que hay bodas en las que el picoteo es más importante que la comida, medida ante la cual yo me posiciono en contra, porque siempre tiendo a dudar si es cuestión de ostentación o simplemente falta de previsión.
Durante el agradable rato de picoteo nada hacía presagiar sin embargo la suntuosidad, fastuosidad y otras dades que se me ocurren para describir el recargado salón donde se celebró el banquete, en el que el que el escenario principal estaba compuesto por una calesa negra y dos sillas que más bien podríamos definir como tronos donde se sentaba el recién estrenado matrimonio.
Creo que el lugar a pesar de tener admiradores y de sus dimensiones no es del todo apto para claustrofóficos.
La sensación del decorado opresor se vio sin embargo eclipsada por el gran menú del que disfrutamos. Y digo gran en cantidad y calidad porque no faltó de nada y porque estaba todo bastante bueno.

Para la cena se sirvieron varios primeros: ensalada con foie mi cuit rallado, viera rellena gratinada pero de esas que no son todo masilla y una seleccion importante de frescas cigalas y langostinos. Como pescado y para desviarse un tanto de lo clásico diría yo, los novios eligieron un timbal de bacalao, bien presentado y con un toque de originalidad, que en general fue bien aceptado pero al que yo no puntuaría mucho mas alla del aprobado. A continuación solomillo, bastante aceptable teniendo en cuenta el elevado número de comensales y de postre milhojas. Marques del Puerto Rioja y un rueda de cuyo nombre no logro acordarme.
En general nos quedamos con un buen saborde boca.

lunes, 2 de mayo de 2011

CASA AZOFRA (BURGOS): HOMENAJE AL CORDERITO DE LECHE

Este fin de semana ha sido el elegido para celebrar nuestro particular homenaje al cordero de leche nacional y a sus pastores, que estan destinados al olvido tambíén por un consumidor cada vez más aficionado a los productos empaquetados de supermercado y a sus "maravillosas ofertas" que en ocasiones contienen sólo carne barata y además procedente de otros mercados.
Uno de los restaurantes de referencia para darle a este homenaje la categoría que se merece no está sin embargo recogido en "La Guía", es el Casa Azofra, en Burgos, a las puertas del Hospital del Rey que hoy alberga en su maravilloso marco la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos.
Al restaurante no le hace falta la publicidad de La Guía a la vista de la afluencia de publico que abarrota los varios comedores,y en anteriores ocasiones también ha sido siempre así. Nos comenta el asador que a lo largo del día ha asado algo más de 40 corderos, y eso que los hay tabién que van allí a comerse un chuletón.
El restaurante, en su interior, es un mesón castellano de vigas de madera vista y aspecto de solidez que uno no espera encontrarse tras la primera impresión antes de la entrada.


Asador de corderos y parillas a la entrada de Casa Azofra

Tras un desagradable encontronazo con el camarero, que aceleradamente pretende decidir nuestro menú, rompemos el hielo con unos pinchos de morcilla no del todo de mi agrado, pero en esto yo no soy precisamente neutral.
Por pareja elegimos un menú de cordero que se incluye en la carta, que recomiendo especialmente y que incluye: Ensalada de lechuga y cebolla, 1/4 de cordero, queso fresco y membrillo y vino. 65€ dos personas.
El cordero sensacional como siempre, marcado con la etiqueta de Tierra de Sabor que distingue a los productos agroalimentarios de calidad diferenciada de Castilla y León, el vino joven de Ribera del Duero, Lagunero de año de Bodegas Lambuena de Roa de Duero, bastante acertado, y el postre un casi buen punto y final.


Y digo casi porque una vez corregidas nuestras asperezas con el camarero éste nos saco unas botellas para tomar unos chupitos y unas rosquillas buenísimas para el café que fueron un gran detalle y que redondearon sin duda el menú.
Desde luego para nosotros este es un sitio muy recomendable.

martes, 26 de abril de 2011

RESTAURANTE GAONA (BURGOS)

Burgos es una ciudad atractiva en lo cultural y también en lo gastronómico, y con mejores espacios para comer, siempre a mi entender, de los que releja mi famosa guía de cabecera 2011.
Una opción atractiva para el visitante es sin duda dedicarse a pinchar en los bares situados al pie de la mismisima catedral, entre los que están la Mejillonera, en la que además de una racioncita de mejillones no hay que dejar de probar sus patatas bravas con esa salsa "mayonesa" tan especial, El Morito, si es que uno consigue entrar, La cabaña Arandina... y yendo un poco más allá, pasando por la Plaza Mayor, pasar por la calle San Lorenzo a comerse un tigre en Los Herreros.
Volviendo a los pies de la catedral no hace mucho nos tocó cenar de nuevo en grupo en el Restaurante Gaona, cuyos pinchos también tienen buena fama. Cenamos el que se ofrecía como Menu Especial, por unos 18 €, incluido crianza rioja (de Navarrete) y en el que se ofertaban varios primeros, segundos y postres, de estos ultimos y pese a la reserva con antelación algunos no estaban disponibles.
Ensalada Templada
El espacio en sí no me resultó atractivo: un comedor con años y decoración pobre y apagada, que se ha pretendido mejoraren el espacio de barra con alguna vitrina luminosa. Parte del servicio correcto.
Puerros rellenos de marisco
Cesta de boletus
En cuanto a lo servido diré que el restaurante peca, como otros muchos, de querer desmarcarse de su linea tradicional con alguna pincelada de nuevas tendencias, incluyendo la temible artesanía del boletus, la arquitectura de ensalada y otras artes similares: un error. Para mi, lo mejor la morcilla y el solomillo de ternera, con pimientos y patatas, que estaba bastante bueno.
 El resto: platos desiguales, escasez en la tabla de quesos y pates, densidad en la cesta de boletus, indescriptible ensalada templada, todo ello servido sobre una vajilla que a algunos platos les hace un flaco favor.