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martes, 1 de julio de 2014

RESTAURANTE JULIANA (HUESCA): EL DE LA ESTACIÓN DE TREN



  

El restaurante Juliana nacía de la mano de los reconocidos hermanos Abadía, y a sus fogones se ponía Fernando, para presentar sin descanso sucesiones de platos que en aquel momento destacaban por su originalidad, sabor y texturas, y a unos precios para todos los bolsillos. 

El Juliana aparecía entonces como una oportunidad para acercar al gran público la alta gastronomía, y lo hacía en un lugar de lo más popular y singular: la estación de tren de Huesca. Que por aquel entonces esperaba la llegada del AVE y de la ExPo.

La perdida de su álma mater no ha restado ni un ápice de calidad a la cocina de este restaurante. Aunque supongo que el malogrado Fernando Abadía hubiera podido aportar aun muchos más ingredientes singulares si cabe, a este  espacio, en unos tiempos en los que una ya penosa versión de la alta gastronomía ha plagado todos los rincones del País, bajo la bandera de los nombres de plato largos, las decoraciones de vinagre de módena y los "salpicaos" de foie y concentrado de boletus.

Su ubicación sigue siendo un excepcional reclamo, y un deleite para sosegarse esperando la llegada del tren, El tren, en singular y con mayusculas, que por el momento sigue llegando diariamente a Huesca.

Una ubicación que en pago a su singularidad debe aceptar también sus miserias, asociadas a su condicion de estación, de albergue y de zona de transito.


Comimos el menú. Como siempre original (Vease si no el risotto de trigo y este pastel de hongos, hongos). Esperamos un tren que no llegó. Tomamos Somontano, de Aragón. Y aunque esta vez nos fallaron los postres, salimos satisfechos de estómago y de cartera.






RESTAURANTE JULIANA 
C/ Gil Cavez, s/n. 
Estación Intermodal. 
Huesca
974215121

jueves, 12 de junio de 2014

PIZZERIA LA GIARA (HUESCA)

Existe una hipotesis de trabajo sobre el comportamiento social, llamada "Seis grados de separación" cuya base he de aceptar que desconozco, pero que establece que cualquier persona en el planeta puede estar conectada a otra a través de una cadena de conocidos en la que sólo hay cinco intermediarios. Y aún no tengo claro que las redes sociales no nacieran en un intento por corroborar esta teoría, y no como terrible elemento de control de la población. 

El caso es que el jueves leyendo el suplemento ICON del diario El País, me enteré de que los modistos Dolce & Gabbana y yo, no solo es probable que estemos conectados solo en seis saltitos, sino que tenemos en común el nombre de un local favorito, La Giara

El de ellos, un local de copas en la bella Taormina, bañada por el Mediterráneo, y que imagino como la quinta esencia del glamour y el alto coste. 

El mio, una pizzería en la capital de la Magia, Huesca, casi bañada por el río Flumen, en la que por un asequible coste se pueden degustar unas maravillosas pizzas elaboradas en horno de leña. 

El del centro no es un local especialmente bien decorado, es pequeño, e incluso podría calificarse como oscuro.

 
Pero algo tendrá el agua cuando la bendicen, y es que a pesar de todo, el exito de este local ha sido tal que ahora cuenta con dos locales en la capital. Uno en la avenida de los danzantes, y el otro en pleno centro, y ahí es nada, al lado de telepizza. Y además lleva abierto muchos años..mira que yo lo conocí estudiando...

 
La calidad de su oferta, por cierto extensa donde las haya, hace que se pueda decir que aqui es dificil elegir, pero también es facil acertar. El servicio correcto y amable. El precio muy barato.

Mi conexion en gustos nominales y quizás toponímicos con los modistos de italia..quien sabe, quizás alguien decida ponerse a estudiarla...

LA GIARA
Avenida Danzantes de Huesca 22
Teléfono: 974232018
www.pizzerialagiara.es

martes, 13 de mayo de 2014

PACHARÁN ORDESANO. BROTO (HUESCA)

A falta de tiempo para salir a coger endrinas, andrinas, como decimos en mi pueblo, o arañones como también se suelen llamar, nos tenemos que conformar este año con beber pacharanes industriales, o con suerte artesanos.

Devotos, tiempo ha, del Baines, éste mes hemos encontrado la ocasión de probar Pacharán Ordesano


 
La sorpresa ha sido muy agradable, porque es un pacharán a la altura de los grandes pacharanes. O sea, los caseros.

Color cercano al whiskey, más anaranjado que rojizo, sabor intenso, presentación perfecta en botella de regalo. Y elaboración local, en Broto, con productos del mismo Pirineo.

!Quien pudiera pasar en Broto este fin de semana! El Sorrosal, la Pradera de Ordesa, un paseo por el valle de Otal, comer en El Duende, comer en La Frauca... Es lo que tiene Ordesa...y además, pacharán. 

No es por exaltar un producto alcohólico, pero las endrinas señores, como los escaramujos, tapaculos en mi pueblo, son una gran fuente de vitamina C.

!!Beban pacharán señores, que fortifica el estómago!!

!!Prueben  también el ordesano!!

Pacharán Ordesano
C/ Batán, 35 Bajos
22370 Broto (Huesca) - Pirineo Aragonés
+34 974 486 453

martes, 29 de enero de 2013

EMBUTIDOS MELSA. GRAUS. (HUESCA)

Una de las principales actividades económicas de zona más meridional de la comarca oscense de la Ribagorza, es la cria de ganado porcino. Y en el municipio de Graus, existen además varias empresas de elaboración de embutidos asociados al cerdo.

Aunque hasta nosotros sólo habían llegado los ecos de la famosa longaniza y su record guiness,  la carta  de productos que elaboran éstas empresas es muy extensa. 

Al pedir recomendación sobre dónde adquirir la afamada longaniza fresca, la respuesta unánime de nuestros acompañantes fue que debíamos probar la de Melsa 

Embutidos Artesanos Melsa es una de las varias casas de embutidos que se ubican en el municipio de Graus, y por lo que hemos podido comprobar, la mas conocida. David de Jorge, Robin Food, ya hablaba de Melsa en su blog hace unos años. 

Su fama ha posibilitado que  recientemente esta casa haya abierto una sucursal en la Avenida Goya de Zaragoza, que por lo que pudimos intuir llena de orgullo al carnicero que lleva las riendas de este  longevo negocio familiar, "Pepe" Melsa.

 

Nosotros adquirimos solo una pequeña selección de productos típicos de la zona: 

Por supuesto longaniza fresca de Graus, que asamos debidamente al sarmiento en cuanto llegamos a casa. Nos quedamos sorprendidos de la ligereza del producto en relación a su condición de embutido, y lamentamos no habernos atrevido a probarla en El Capricho de Lola. pensabamos que tardaríamos en digerirla demasiadas horas.

Compramos también longaniza curada, que nos resultó también un producto suave, y proximo al fuet. Debimos comprar una mas grande porque nos duró dos días. Un queso de oveja de la cercana comarca de la Litera, bastante rico, y uno de los productos estrella de la casa: Gallina trufada.

Esto de la gallina es un embutido totalmente desconocido para nosotros, resultado de embutir solomillo y jamón en una gallina deshuesada, después de haberlo aderezado todo con otro de los productos más conocidos de la Ribagorza: la trufa negra. Un embutido curioso cuando menos, que por lo que sabemos hace las delicias de algunas personalidades.

No compramos chireta ni tortetas, pero deberiamos haberlo hecho.

Tendremos que dejarnos caer por Zaragoza

miércoles, 23 de enero de 2013

HOSPEDERIA DE RODA DE ISABENA HUESCA

Alejado de las rutas de paso habitual, y situado a desmano de todo en realidad, Roda de Isábena es un pueblo precioso, dispuesto en lo alto de un promontorio desde el que se domina la cuenca del río Isabena.

Es un municipio pequeño, con casas y calles de piedra, en el que duermen a diario no mas de cuarenta habitantes y que parece un decorado de cine al que le hayan añadido, como un desproposito, una imponente catedral románica.

 Alojarnos en la Hospedería nos da opción a cenar en su restaurante, que ocupa el refectorio del claustro de la catedral. 

El restaurante aparece en nuestra guia de cabecera, la Repsol. La verdad es que el sitio es merecedor de aparecer en ella simplemente por la oportunidad de comer en un espacio tan impresionante como este.

A la solemnidad propia del sitio hay que sumarle la musica ambiente, en la linea de las cantigas de Santa María, y como se diría ahora "bien maridada" con el espacio.


Facilmente puede uno imaginarse comiendo cordero con las manos, perdón, aquí ternasco,  a los obispos que se reunian en esta sala, y de cuya embergadura puede hacerse uno a la idea al visitar el interior de la catedral.


Vino de la tierra, Somontano. Esta vez Viñas del Vero rosado. Decisión un tanto desacertada por lo excesiva que resulta a nuestro paladar la alta graduación de un vino que asociamos con algo más ligero y fresco.

Omnipresentes en aragón las aceitunas como entrante, cosa que agradezco.

Tienen menú, pero elegimos la carta.
 


Raciones opulentas, con ingredientes sencillos pero bien preparados. Un servicio agradable.
La ensalada con queso de cabra y frutos secos muy correcta. La sepia con su presentación incluida, de nota.


Entrecot de ternera de Casa Manolet, de pirenaicas del valle de Benasque, que nos sirve de reclamo. Una carne de textura y sabores muy suaves. Aunque la ración, tostada a la parrilla, resulta excesiva de nuevo. (No es una queja, no se vayan a pensar)

Esta ternera puede adquirirse en venta directa por canales o medias canales a nueve euros kilo, despiezada y envasada, tal y como puede verse en su web.

De postre natillas, riquisimas (las recomiendan en la guia) y tarta de queso casera, buena pero sin más. Todo por 50 euros. El menú no llegaba a 20 por persona.
Un rincón agradable en el que perderse, intuyo que mejor fuera de temporada, e ideal para meditar, relajarse, saborear el entorno proximo y deleitarse con una buena comida.

lunes, 21 de enero de 2013

RESTAURANTE EL CAPRICHO DE LOLA. GRAUS. (HUESCA)

El trabajo me brinda esta vez la oportunidad de conocer Graus, la capital de la comarca oscense de la Ribagorza. Un municipio prepirenaico al que llegamos remontando el río Esera, a través de un bonito desfiladero que termina en un corto, pero sinuoso tunel a los pies de la presa de Barasona.
El municipio que despidió a Joaquin Costa nos sorprende con su econdida plaza porticada. Escondida a los ojos de quien lo acepta como un municipio de paso sin más en su camino hacia el Pirineo, y no osa visitarlo. Sin embargo esta plaza con sus callejuelas adyacentes forman un conjunto de esos que acreditan a esta provincia como la de la "Magia".


Compartimos mesa y mantel con un grupo de ya amigos oscenses, entre los que hay "homus pirenaicus", "modestos albañiles" e incluso politicos relevantes, que nos conducen a uno de los restaurantes de la localidad, El Capricho de Lola, del que previamente ya habíamos obtenido recomendación. 


Es un restaurante de estilo moderno, que podríamos decir que desentona con el aire de la localidad, en la que destacan también en esta linea los "soberbios" escaparates de las carnecerías. (Como se dice en estas tierras)

Tomamos mesa en un comedor pequeño y luminoso y nos recibe una discreta y sonriente Lola. Nos presenta una carta de menú del día con cuatro primeros y segundos y un vino de la casa, que resulta ser un agradable Montesierra joven de las Bodegas Pirineos. Somontano, como no podía ser aquí de otra manera.

Yo me pedí unos guisantes con chireta, un producto típico de la gastronomía de la región, que nuestros anfitriones definieron como manjar. Y efectivamente el sabor de esta tripa de cordero fritas, rellena de arroz y menudillos es espectacular, y combinaba muy bien con el plato de lugumbre.

 Mi  compañero de fatigas se decantó por unos huevos a la aragonesa, y acertó sobradamente con su elección, porque verdaderamente estaban tan buenos como puede reflejar su imagen. Un par de huevos escalfados con garbanzos y longaniza de Graus, que en absoluto resultaban pesados.
De segundo él se pidió para compensar ,un plato de ventresca a la plancha, y yo un pollo relleno de manzana y acompañado por una salsa de cebolla caramelizada, que estaba realmente buena. No me atreví con el plato de longaniza, imaginándome que sería un producto más grasiento, pero me equivoqué, porque en realidad el producto tiene la fama que merece, como pude comprobar después.

 Y de postre tiramisú casero. Todo por 14 euros de menú. Así que la relación calidad precio inmejorable.
Buena compañía y buena mesa. no se puede pedir más.

miércoles, 15 de febrero de 2012

TRENZA DE ALMUDEVAR DE TOLOSANA

Aunque la trenza es en realidad de Almudevar, la primera vez que yo la probé, hace ya más de 10 años lo hice en Huesca. En aquel momento la trenza de la Pastelería Tolosana me pareció un producto exquisito, con el que para mi sólo podía competir ya, otro producto que había descubierto en la misma ciudad: el pastel ruso de la pastelería Ascaso.


En Huesca descubrí también muchos otros dulces maravillosos: desde las elaboradas castañas de mazapán, hasta los más populares dobladillos de cabello de ángel. Y creo que sólo por los postres la ciudad ya merece una visita. (Y además tiene muy buenos restaurantes)

Con respecto a las trenzas, y a pesar de que empiezo mi redacción en pasado, no he encontrado otra que me guste más. En Logroño, la reina de las trenzas es la de "Garpesa", pero no creo que sean comparables, puesto que para mí, ésta última es más un producto de panadería que de pastelería. Pero tiene sus adeptos y son muchos. También en Peralta hacen buenas trenzas, parecidas a estas de Almudevar, pero no equivalentes.

La apariencia de la trenza en sí no ha variado a lo largo de estos últimos años. Sin embargo, las últimas veces que la he probado (Ayer mismo), y no sé si a causa de mis prejuicios, ya no me ha parecido del todo la misma. Lleva las nueces igual, la almendra perfectamente laminada, las pasas, el azucar glass..

En este caso y en el de muchos otros productos que yo veneraba, en el más profundo sentido de la devoción, mis prejucios nacen de la premisa de que la popularización, y el consiguiente aumento de las producciones,  modifican irremediablemente los productos originales.

Este fenómeno lo he detectado especialmente en los productos de pastelería y panadería. Y en muchos encuentro un común denominador: a casi todos les falta mantequilla. Quizás no haya que culpar a la popularización, sino a que ya no se hacen mantequillas como antes, y se usa demasiada margarina. A esta trenza lo que le falta es mantequilla y también a los sobaos de Casa El Macho, o les falta o ha habido un cambio en la mantequilla (que me cabrea sobremanera). Por ejemplo, estos sobaos me resultan más bollo que antes, no sé si son cosas mias.
Esto también me ha pasado con los bollos más industriales: por ejemplo, las burebanas de la Abuela Lupe.  Aquí lo que noto, es que ha cambiado el chocolate.

En fin que irremediablemente las cosas cambian, también nuestros gustos, claro, pero de momento la trenza de Tolosana sigue siendo la mejor que conozco.

Por cierto se puede compra on-line y por 21 euritos te envian dos.

viernes, 1 de julio de 2011

CASA FAU (JACA)

De vuelta a casa qué menos que parar a dar una pequeña vuelta por Jaca. La verdad es que así a plena luz del día la ciudad me decepciona, a pesar del buen recuerdo que me quedaba de ella. El centro me resulta un tanto decadente, los alrededores de la Catedral peatonales sí, pero poco cuidados si hablamos de estética y urbanismo; el resto de la ciudad victima de la costrucción de fin de semana y temporada de esqui: una verdadera pena si consideramos lo que podría haber sido estando tan cerca del Pirineo.

Decepciones aparte y confiando al menos en que los postres no nos decepcionen, pinchamos algo en el tipico Casa Fau de los soportales de enfrente de la Catedral: fritos varios y cómo no, caracoles a la plancha con ali oli. Solo diré que traicioné el conocido  lema de comer caracoles sólo en casa de madre y pague un poco por ello, porque me acordé a cada bocado de mi falta y encima los caracoles no me entusiasmaron demasiado (a pesar de ser un plato muy demandado en el lugar)
El jaqués de la Suiza cumplió las expectativas y las coronitas de Santa Orosia de Casa Echeto me hicieron olvidar todo lo demás.

RESTAURANTE CASA FRAUCA EN SARVISÉ (HUESCA)

Como ya he comentado nuestro objetivo en Torla era conseguir una mesa en El Duende, y esto fue imposible en nuestra primera noche, así que asesorados por los dueños de la recomendable casa rural donde nos alojamos: Casa Bandrés, reservamos mesa en Casa Frauca, en el pueblo de Sarvisé, a unos cuatro o cinco km aguas abajo de Broto. La primera impresión nada más entrar al restaurante ya fue buena. De los tres comedores con los que cuenta el restaurante nos tocó el del fondo a la izquierda, un rincón muy calido y exquisitamente decorado con papel estampado en tonos pastel, al mas puro estilo "Shabby Chic" que a mi personalmente me encanta, y abierto al primer comedor, que está decorado en estilo más rustico con piedra y vigas de madera vistas.
Además de una completisima carta, y sigueindo la costumbre del lugar, oferta un menú por algo menos de 20 euros, con varios primeros, segundos y postres extraidos de la propia carta. En este caso el vino no está incluido.
Como entrante una cucharita con una especie de taboulé de cous cous bastante especiado y muy rico. Para beber y considerando que lo propio es pedir un Somontano tomamos Lalanne Classic Crianza 2008, haciendo caso al camarero, que todo hay que decirlo, fue un estupendo profesional.  Aun con todo este vino nos resulto demasiado fuerte, claro que un crianza Rioja también resulta suave para los paladares acostumbrados al Merlot y al Cabernet Sauvignon.

De primero elegimos crepes rellenas de espinacas y queso brie y un carpaccio de buey con virutas de parmesano. Los sabores geniales, las crepes suaves pero con sabor intenso y el carpaccio regado en un buen aceite de oliva.


Solo llegar hasta aqui y pensamos que El Duende lo tenía muy dificil para superar el lugar, el servicio y la comida. Para mi no lo supera, Casa Frauca fue una agradabilisima y afortunada sorpresa, y un sitio especialmente recomendable, por unos 7 u 8 euros más por persona. De segundo tomamos carrilleras de ternera y confit de pato, que os dejo aqui también.

De postre Tarta de queso fresco, agradable de sabor y textura, y alejada de las habituales grandes densidades y quesos pesados, acompañada por helado de frambuesa y también un hojaldre relleno de crema, caliente y con un punto de canela . Si no hubiera estado cerrado los lunes seguro que hubieramos vuelto por aqui. Otro que seguro incluimos en la guía, y en esto coincidimos con los de la Guia Repsol.

martes, 21 de junio de 2011

RESTAURANTE EL DUENDE (TORLA)

La primavera es una gran época para visitar cualquier punto del Pirineo, y especialmente el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Nos encontramos con el turismo justo, las rutas de senderismo y montaña casi despejadas, buenos precios en los alojamientos y si el año ha traido agua y  nieves unos paisajes excepcionales.
Sea cual sea la dificultad y duración de la ruta elegida lo que es seguro es que las rutas abren el apetito de los caminantes. Lo normal es que la comida se haga de camino, a mitad o a final del mismo, a base de bocadillo de embutido o lata de sardinas y que se deje para la cena el placer de sentarse a comer a una mesa, una vez realizado el esfuerzo.
En el entorno de parque hay una variada oferta de restaurantes, y en cualquiera de los municipios circundantes podemos encontrar un lugar donde cubrir nuestras necesidades en un amplio abanico de precios.  
Nosotros nos hemos fijado el objetivo de conseguir mesa para cenar en uno de los restaurantes más conocidos y concurridos del entorno, sino el que más: EL DUENDE de Torla. Lo conseguimos la tercera noche y aun repetimos la cuarta, pero sólo porque entre semana y en junio es más facil.

El restaurante ocupa una casa de piedra: en la planta calle están los baños y un área con sofás y una pequeña barra, decorados en estilo rústico, y las escaleras que nos llevan a los comedores, que ocupan la primera y segunda plantas del edificio. Dicho así podría parecer que los comedores fueran amplios y de gran capacidad pero la verdad es que el espacio de comedor disponible no es demasiado holgado. Aun así las mesas guardan un amplio espacio entre sí para la comodidad del visitante.
Además de llevar en mente el restaurante, también nos han recomendado ceñirnos al "menu", una amplia lista de platos y postres por algo menos de 20 € por persona, con vino de la D.O. Somontano incluido, que por algo estamos en Huesca. La verdad es que nos hemos encontrado que esta opción de menú de 20€, con o sin vino, se oferta de forma habitual en los mejores restaurantes de toda la zona, llegando al menos hasta Ainsa. Comer en estos sitios a la carta es una opción, pero en todos la factura llega a doblarse, y los menús que hemos probado han sido todos de notable alto. De hecho abogo por la exportación del modelo a La Rioja.

Antes de pasar a enumerar los platos que hemos tenido el gusto de probar y por sacarle un pero al restaurante, justificado creo yo, es que doblan e incluso triplican turnos, lo que hace que en un día fuerte el comensal tenga la sensación de ser despachado con demasiada prisa, y esto ensombrece un tanto la sensación tan positiva que te puede aportar el menú. Y digo justificado porque al fin y al cabo aqui no hay pistas de esqui, y este no es un valle tan transitado, sólo hay que ver sus accesos, el Cotefablo y la vergonzosa Carretera Nacional que te acerca a Ainsa, que parece una bandera al viento a favor de la despoblación, por lo que entiendo que se intente trabajar cuando se pueda todo lo que se pueda, pero siempre asumiendo que esto puede tener sus riesgos.  

Volviendo a lo nuestro que es la comida, siempre un humilde pero correcto entrante de bienvenida. aqui os dejo sus fotos acompañados por los vinos de cortesía, de los que hablaré seguro en otra ocasión, pero por si se demora el momento, decir que el Nunc de Ballabriga merece al menos descorchar una botella.

 

He decidido adjuntar este "collage de platos":




Todos los platos sin excepción sensacionales en relación calidad precio, raciones abundantes, buenas presentaciones, texturas y sabores suaves !! incluso, hay que decirlo, en la salsa de boletus!!, y eso ya es más que meritorio. Como veis probamos arroz cremoso con viera carabinero y langostino, vol au vent al horno con foie, quso de cabra y champiñones, pasta a la carbonara y pastel de cebolla con jamon de Teruel, eso de primero y entre los segundos Lomo de ciervo a la parrilla, bacalao con fritada y lomo de buey. Repetimos el ciervo. Los postres de buena calidad todos: el requson, la mousse de yogurt con membrillo y el petisú con crema catalana y chocolate. describirlos uno a uno sería interminable así qeu sin más solo recomiendo el restaurante, lo guardo para mi guia y espero repetir.