jueves, 19 de diciembre de 2013

CAMPOMIEL LA VERDAD X DELANTE

A pesar del importante número de colmenas y asentamientos apícolas que hay en La Rioja, son pocos los apicultores profesionales con los que cuenta el territorio. A lo largo de las últimas décadas, la profesión de apicultor, como la de cualquier otro tipo de ganadero, no estaba entre las más valoradas por lo jóvenes. 

Y a las enfermedades que estaban debastando las colonias de abejas, a la aversión poblacional hacia este insecto y al incremento del uso de pesticidas, a la lista de amenazas para éste insecto, para éste sector y por extensión para la existencia del ser humano, se sumaba también la falta de relevo generacional.

En este escenario tan poco favorable para la apicultura es en el que Alvaro Garrido ha tratado de buscar su sitio en los últimos años. Decepciones, ataques a colmenas, trabas burocráticas e incomprensión administrativa no han conseguido a lo largo de los últimos diez años minar la confianza, el espiritu y la ilusión de este joven que representa la tercera generación de apicultores al frente de Campomiel.

El, como tantos, tampoco ha sido profeta en su tierra, y ha encontrado el reconocimiento a su labor y su producto en Cataluña, de donde ha vuelto cargado de ideas nuevas para relanzar sus productos e internacionalizar su distribución.

Ayer vimos la nueva imagen de su marca, totalmente renovada, y muy fresca y pudimos conocer su eslogan: LA VERDAD X DELANTE

Imagen: Campomiel La Verdad x Delante
Una frase que recoge la filosofía de trabajo con la que Alvaro se siente identificado. Productos ecológicos, producciones limitadas, propias, variedades en el mercado según floración.....


Nuevo catálogo de Productos. Imagen: Campomiel La Verdad por Delante
Son famosas sus mieles, en sus múltiples variedades, enriquecidas ahora con la aplicación de una novedosa técnica de extracción que aporta sin duda valor añadido al producto, aunque sin duda el producto estrella que le caracteriza y le distingue de otros es el polen fresco de jara

Un producto de propiedades excepcionales que él ha aprendido a manejar como nadie, y que es muy apreciado en Francia, país al que exporta gran parte de su producción.

Hoy en Logroño, a las 7 de la tarde, ofrece una cata de sus productos en Cata Naturalis.

Yo buscaré un tarrito de miel de romero, porque me dicen que polen del fresco será casi imposible de encontrar

viernes, 13 de diciembre de 2013

LAMUCCA DE PEZ (MADRID): UN LOCAL DE AMPLIO ESPECTRO

En Logroño no hay tranvía y tampoco tenemos metro, como dice la canción, así que para "los habitantes de provincias" ir a Madrid puede abrir la posibilidad de pasar un día muy diferente. Diferente y reconfortante porque, será por la edad, pero ya no anhelamos la vida en la capital, y solemos volver reconfortados por vivir en un pequeño rincón.

Nos llevan a Malasaña. A Lamucca de Pez. La elección viene condicionada por el amplisimo horario con el que cuenta la cocina de este restaurante. No, entre semana no todo abre en horaraio de cenas patrias en Madrid.

Cenamos normal, no podemos decir más, pero la comida como el vino se come con los cinco sentidos y la parte de la vista aporta a la valoración del local un importante número de puntos.

Platos grandes y coloridos, precios para todos, un local agradable con un estética bonita, y en modo "Pop Up Store" de esos que se llevan tanto, o sea, con el  mobiliario y los accesorios estéticos en venta.

También es un local adecuado para el oído, porque es también espacio de musica y copas. Muy versatil. O como ellos mismos se autodefinen High-Low, un concepto para el que dicen andar buscando traducción.

En esa linea puede definirse como un local de "amplio espectro", como la azitromicina, que igual ataca un batracio que un paramecio.



Plato de sanas verduritas, pollo al curry con  arroz, que no me digais que no es bonito y tarta de queso.



Lamucca tiene otra sede, Lamucca de Prado, pero en este en lugar de menú del día, tienen  plato del día. Esto en la imaginación de los de provincias asocia el local a uno de esos llenos de ejecutivos, gente con traje de chaqueta quiero decir, comiendo rapido a medio día, más frios y en un estilo poco nacional. No parece así en las fotos de la Web.

No esta mal el local.

Donde: 
Lamucca de Pez
www.lamucca.es
Carlos Cambronero (28004 - Madrid).

viernes, 29 de noviembre de 2013

SEIS DE BODEGAS PACO GARCÍA. MURILLO DE RIO LEZA. LA RIOJA

Murillo de río Leza es un municipio de la Rioja Media de larga tradición agrícola, enclavado en la confluencia de los ríos Leza y Jubera, una posición que le sitúa como puerta de acceso a la singular sierra de estos dos ríos, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO hace ya diez años.

Las Bodegas Paco García se sitúan en este punto del mapa, y en particular en la carretera de acceso a las denominadas "Alpujarras riojanas", un amplio territorio asolado por la despoblación, y castigado por el veto al plomo que hizo cerrar sus minas.


Para quien conoce el territorio, los vinos de las Bodegas Paco García, e incluso su imagen y estilo, jovenes, frescos, afrutados...no puede generar mas contraste. 

Un constraste que puede verse desde una perspectiva positiva, porque el Seis es un vino que según dicen en la Web de la propia bodega se ideó para acercar a los jóvenes al mundo del vino y que puede servir para acercarles también al Jubera.

¿Imaginas un descorche del Seis en los Tuneles de los Moros de las minas del Jubera? 


!!Seguro que es perfecto!!! 

jueves, 28 de noviembre de 2013

LA TAVINA. LOGROÑO

En una de las principles puertas de acceso a la calle Laurel de Logroño, quizás la más emblemática por estar frente al Mercado San Blas, apareció el pasado año un nuevo "espacio" que se ha posicionado ya como uno de los más importantes referentes vinícolas y gastronómicos de nuestra ciudad.

Distribuidos a lo largo de tres plantas, tapizadas de botellas de vino de distintas denominaciones, se encuentran el Bar La Tavina, su vinoteca y su comedor.

El bar es un espacio agradable, fresco, luminoso y amplio conformado entre cristal y madera, digamos que de roble, sobre cuya barra podemos encontrar numerosos pinchos y tapas.

A pesar de que han sido premiados por su pincho de tortilla, no hay un pincho estrella en el local. Particularmente me gusta la cazuelita de manitas.

Aunque lo que más me gusta es su carta de vinos en barra, que incorpora referencias muy variadas en cuanto a estilos de vino, y a precios. Y que en lo que se refiere a esto último, los precios, es un bar que no ha asociado su estética moderna a un precio elevado. Y esto es de agradecer. 

Valga como ejemplo la posibilidad de tomar un vino Rioja redondo por menos de un euro, el de la Cooperativa Agrícola  San Cebrín de San Asensio.


La planta intermedia del local se destina a espacio de venta y cata de vinos. Unas catas que se organizan de manera periódica con las distintas bodegas de la DOC.

Y finalmente en la planta superior se abre al publico un pequeño espacio de comedor, decorado en la misma linea que el resto del local, donde se ofertan carta y menú del día. 

Un menú que decidimos probar ayer. A elegir entre cuatro primeros, segundos y postres, que amablemente Olga nos cantó, a pesar de estar escritos sobre unas pequeñas pizarras en la pared. 

Un aperitivo de calabacín, con queso diría yo y aceite, supongo que de la DO Aceite de La Rioja. Supongo, puesto que aqui hacen una clara apuesta por lo local. 

Una apuesta que se está convirtiendo por la crisis y por fortuna para todos en tendencia.



Alcachofas en tres texturas. Naturales, por supuesto, que estamos en temporada. Crema de alcachofa, alcachofas cocidas y otras al horno y detalle de jamón. Notable al menos. Creo que "hors catégorie" con respecto al resto de primeros...quizás la crema de legumbres entrara en la misma lucha.

 De segundo presa con pure de manzana y salsa española, bien. En la linea de los otros segundos: merluza, pimientos rellenos en tinta de calamar...

Y de postre tarta de queso. De notable alto. Especialmente por la galleta caramelizada que compone su base. Por 18€ y bebida aparte.

Para beber una amplia carta con precios entre algo menos de 4€ y lo que uno desee pagar. Elegimos Paco García Seis, a 6,80€ la botella. No me digan que no es un precio adecuado, y un buen vino, con el que tratamos de sorprender a nuestro acompañante del Somontano. y creo que lo logramos.


lunes, 28 de octubre de 2013

RESTAURANTE HOTEL BELORADO: EL MENÚ DE MIGUEL ANGEL


Llevo un buen rato imaginándome las multiples evocaciones a las que puede dar lugar el titulo de esta entrada. Un epígrafe que puede resultar sugerente e incluso atractivo, y vincularse nada menos que a aquel Miguel Ángel Buonarroti de la Toscana. 

La verdad es que así a bote pronto no hay demasiadas coincidencias entre el artista y nuestro Miguel Angel, el del Hotel, pero quizás les pudiera servir esta frase, "El menú de Miguel Angel", como gancho publicitario del local.

Aunque por lo que puede comprobar hace un par de domingos no es precisamente publicidad lo que necesitan. El comedor estaba repleto y en el rato que nosotros estuvimos se sirvieron más de 50 comidas. 

La verdad es que es dificil encontrar sitio en el Hotel, o así se cuenta en los mentideros. Y especialmente los fines de semana a la hora de cenar, y no siempre porque esté lleno.

¿Saben esa forma de seleccionar el público que tienen por ejemplo los restaurantes de Nueva York? Sí esa que muestran tantas y tantas series americanas y que hace por ejemplo que Carrie Bradshaw, la de Sexo en Nueva York, se las tenga que componer para encontrar al tio famoso de turno para que la dejen pasar a cenar. O para que al menos la pongan en la lista de espera para antes de tres meses.

Pues yo apuesto a que esta idea se la copio a Miguel Angel algún avispado gurú del marketing que cayó por Belorado haciendo el camino de Santiago. Se la llevó a NY, la decoró con glamour y !!a triunfar!!

La verdad es que el Hotel es un sitio singular, y el anecdotario con que cuenta el local da buena fe de ello. 

Aun así, si consigues mesa se suele comer bien. 

Lo de comer bien y a tu libre elección ya es más dificil, porque muchas veces al Hotel se va a comer lo que te quieran poner. Esta es otra de sus particularidades. Por ejemplo nosotros pensabamos comer siendo domingo un menu que tienen por unnos 20 euros, pero nos ofrecieron el menu normal. Por unos 11€ creo recordar.

Y ese es el que tomamos. A ver si después de haber tenido la fortuna de que nos hicieran un hueco ibamos nosotros a poner las normas allí. Y comimos bien. 

Sopa de pescado y trucha para él y entremeses y  lengua en salsa para mi. (Muy buena la lengua por cierto). agua, pan, vino y postre, y todo ello en el reformado comedor que han preparado.




No es un lugar de lujos este, pero puede valer.

jueves, 24 de octubre de 2013

CONFITERIA POLO (VALLADOLID): RAQUETAS, QUE DICEN AQUI.

Durante mi estancia en Valladolid padecí varios ataques de deseo irrefrenable de ingesta de azucares. Descartada la leche merengada y considerando que estaba en ciudad castellana, me decidí a localizar pastelerías. 

Encontré varias en el entorno de la Plaza Mayor y de la plaza de la Fuente Dorada. No llegaron a convencerme, porque quizás no acerté con las elecciones. Y eso que compré en Cubero el pastel oficial de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo y todo, pero seguía sin ver la luz.


Casi por casualidad encontré la Confitería Polo en la acera opuesta a la boca de la estación de autobuses. Compramos de primeras unos cruasanes pequeñitos que nos resultaron muy buenos y volvimos a dejarnos caer por allí. Esta vez compramos unas "persianas" que aqui llaman raquetas. 

Excepcionales. Hojaldre, mantequilla y yema de huevo con azucar glass rebozandolo todo....Son hipercaloricas y llenan un montón, pero sólo por ellas merece la pena acercarse hasta este lugar, o hasta sus otras dos sucursales. 

Nosotros repetimos.


!!!Ya pensaba que estaba aqui todo perdido!!!

CONFITERIAS POLO
Calle de la Estación, 37 
Horno y Despacho
47004 VALLADOLID (Valladolid)
Teléfono: 983 201 723

Calle del Puente Colgante, 9
47007 Valladolid
Teléfono:983 22 72 61

miércoles, 23 de octubre de 2013

BAR EL RESBALON (LOGROÑO)

Casi cada día paso por delante del Bar El Resbalón, uno de esos bares fuera de ruta que pueblan las calles de esta ciudad. Fuera de las rutas turisticas debería puntualizar, porque éste bar, ubicado en la confluencia de las calles Labradores y Huesca, siempre tiene público. 


Un público fijo que según pasan las horas va transformandose de pacientes del cercano centro de salud que necesitan un café a trabajadores de reparto, albañiles, fontaneros y otros gremios con furgoneta que necesitan un almuerzo a cuadrillas de alternadores y vecinos del barrio que necesitan tomarse un vinito, y por supuesto aquellos que necesitan de vez en cuando un morrito.

Yo estoy entre estos últimos, a veces. Porque en ocasiones tengo la mala fortuna de pasar por el lateral del local a la hora en la que se frien los morritos, y absorber el rancio olor a frito que se desprende y que se tatúa en mi pituitaria por un tiempo indefinido. Circunstancia afortunadamente reversible que me permite volver a adorar los morritos del Resbalón nuevamente.

Mira si es éste un pincho exitoso que conseguir una bandeja llena de morros para fotografiar es muy dificil, porque en cuanto los sacan, la bandeja circula de mano en mano hasta agotar la provisión. 

Yo creo que merece la pena acercarse por aquí. Aunque se pueden encargar para llevar.


Bar El Resbalón

Calle Huesca, 62,Logroño, La Rioja

941 22 43 55

jueves, 17 de octubre de 2013

RESTAURANTE COLOMBO (VALLADOLID): BASTIÓN DE LA RESISTENCIA AL RESTAURANTE MODERNO

Mediodía de domingo en uno de los baluartes gastronómicos de nuestro país, que se encuentra en vísperas de celebrar una nueva edición del "Concurso nacional de pinchos Ciudad de Valladolid".

Nos paseamos por las traseras de la Plaza Mayor en busca de un menu sugerente, o diferente, que no terminamos de encontrar. Mucho menú castellano con lechazo, o más de la misma globalizada modernidad. 

Nos acercamos a Los Zagales a por un "pincho ganador" que no llegamos ni a pedir después de una larga espera. No hay mucho público en los bares y lo achacamos a la crisis. Pero no, no es crisis todo lo que reluce en este país. No hay nadie en todos esos bares porque están todos haciendo fila para entrar a comer en el Restaurante Colombo

Y no es la primera vez que presenciamos el fenómeno. Este lugar es sin duda uno de los principales bastiones de la resistencia nacional a la modernidad, el minimalismo, el "plato cuadrado", y el esnobismo generalizado que se había implantado en nuestros corazones y paladares a lo largo de los últimos años.

El Colombo es sin duda uno de esos lugares que nunca aparecerá en las famosas guías, pero que sin embargo puede llegar a dar un domingo cualquiera cerca de 200 menús, por turnos y a precio fijo de 10,50€.

He buscado su Web, e inesperadamente la tiene. !!Y que imagenes muestra!! Me ha decepcionado, porque no tienen nada que ver con la realidad, esas imagenes luminosas y ese cocinero ataviado de un lustroso blanco, que parecen sacadas de la publicidad de un local de bodas....no venden lo que son, y eso que está claro que el público les acepta como son. Así, sin fantasías, con fluorescentes, azulejos y baldosas setenteros, barra con encimera de formica, manteles de papel, camareros nacionales y en la cincuentena, decoración con cierto aire a aquel Benidorm...con su estampa de casa vieja, muy vivida, pero digna y limpia.





Tienen una carta de menú del día extensísima. Por lo menos puedes elegir entre 17 primeros y otros tantos segundos. Hemos probado ya muchas cosas, y además de abundantes, las raciones y elaboraciones están bastante bien, no llevan demasiados aceites y bueno, aunque hay fritangas también, puedo aceptar ese mensaje de la Web que dice que hacen "cocina mediterránea"...








 
Por lo que hemos observado en las ya numerosas ocasiones en las que nos hemos acercado a comer, a medio día la base de su público son jubilados, bien arreglados, hay aquí tantas corbatas como en un ministerio. Gente sola entre semana, que invita a comer a la familia los domingos(son numerosísimos los grupos familiares) y que celebra aquí cumpleaños y ocasiones especiales.
 
Me encanta este lugar porque disfruto observando a la gente, que por lo que veo sabe disfrutar en un restaurante modesto, sin lujos ni artificios gastronómicos y que seguramente se adapte bien a esta crisis estructural que nos asola. Mejor que muchos.
 
A mi me gustan los lujos, las florituras, las modernidades, pero pasarse por el Colombo te abre el horizonte y te hace plantearte hasta que punto estas equivocada.
 
Por cierto la próxima vez nos pediremos una tabla, qué oda a la anticocina, pero qué aspecto señores.
 
RESTAURANTE COLOMBO
Calle Ebanistería, 2 - bajo
Valladolid  47002       
Teléfono: 983 299 408
www.restaurantecolombo.es
 

viernes, 27 de septiembre de 2013

CAFE DEL NORTE. VALLADOLID. CONSUMIR AL PRECIO DE LA PLAZA SAN MARCOS


En estos tiempos puede resultar increible, pero nunca he relacionado Valladolid con los caldos de Ribera. El nombre de la ciudad siempre ha estado vinculado para mi con la leche merengada, sí, como Valencia con la horchata. 

He oido tantas veces en casa describir las glorias de esta bebida, y en particular la elaborada en Valladolid, y más aun la que servían en el Cafe del Norte,  como la quinta esencia de las bebidas, que nos vimos abocados, obligados diría yo a no dejar pasar la ocasión y acercarnos al reformado Cafe del Norte.


Alli nos sentamos tras preguntar y saber que sí, que había leche merengada, euforicos, intrigados, deseosos de catar el liquido manjar......


Menuda decepción. La famosa leche era una bola de helado derritiendose en el vaso. No la imaginada leche merengada que esperabamos. 

Y además qué precio por tan poco elaborado manjar: 5,80€ el vaso. 

Luego dicen de los cafés de la Plaza San Marcos. 

(Será que aqui también se pagan como alli, las vistas y es la consumición lo que te regalan...)

miércoles, 25 de septiembre de 2013

RESTAURANTE DE SIMON (BURGOS)

Después de un verano emocionalmente demasiado intenso, y que sin duda ha influido notablemente en mi, había pensado en colgar las botas virtuales. La verdad es que no recuerdo haber comido nunca tantos días seguidos de menú, sin ganas de comer, y conteniendo a duras penas las emociones. 30 días de menú, que dan para un programa como el de Samanta.
 
Pero hay que sobrevivir y para eso hay que comer.
 
El nuevo Hospital de Burgos, culto a la desmesura, el derroche y resumen tangible de los tiempos de servidumbre al constructor, por todos vividos, se ubica lamentablemente muy lejos del centro. Esto facilita que para comer sin demasiado pensar, uno tienda a dirigirse a la cafetería del mismo para comer.
 
Pero la verdad es que lo más recomendable es salir del edificio y colarse entre las calles del G3, para buscar un menú. Hay varios para elegir, la mayoría recomendables. Todos a un precio parecido sino igual de 9.50€, en clara afrenta a la ley de la competencia.

De entre todos los que probé quiero recomendar el Restaurante de Simón. Que en realidad es el que más lejos nos pilla, pero el que mejor relación calidad precio y servicio mostró.

 
Un comedor pequeño, agradable y luminoso. Un servicio muy correcto y una carta de menú amplia. 
 

 
Me gustaron las patatas a la importancia, y especialmente la leche frita. Que ojo, no suele entrar en el menú, más que los lunes si sobra del día anterior. Comimos pescados varios bien puestos, múltiples primeros platos, albóndigas diría yo que elaboradas con paté La Piara....Nada nos sentó pesado a pesar de las circunstancias. No había rastro de aceites de refrito.
 
Todos los días estaba el comedor lleno. Con varias mesas repetidas a lo largo de las semanas. Sin duda ese es el mejor indicador.
 
Salir, un café, un agradable paseo por la orilla del río Vena y otra vez a esperar.
 
Se necesita tiempo y rodaje para volver a empezar, eso siendo San Mateo.
 
RESTAURANTE DE SIMON
C/ MARQUÉS DE BERLANGA, 2
G3. BURGOS
947044847



miércoles, 19 de junio de 2013

A LA PARRILLA I

Nos pasa siempre que volvemos a casa. Aunque esta vez menos, porque para variar, esta vez no hemos acabado buscando chuleta asada en ningún lado. Debemos estar madurando.  
 
Nos pasa que siempre volvemos pensando, yo más, lo ridículo que nos resulta haber pagado por comer una chuleta a la brasa, teniendo a disposición el merendero de Carra y estando bien aprovisionados de sarmientos. Y teniendo posibilidad de comprar buen cordero, chamarito o no, de Belorado o de Sorzano, buena ternera y buena vaca de esa que sirve Dani en el mercado de San Blas de Logroño.
 
Se disfruta más esto al volver, comparando y sintiéndose privilegiado.
 
 
Prendiendo los sarmientos

 
Impregnándose del olor de las chuletillas, el choricillo, el salchichón y la careta adobada que nos ha servido esta vez, como casi siempre Sufrategui.
 
Un tinto rioja de año, un blanquito de cooperativa
........
 
Y una mesa puesta con los amigos sentados
que ya saben que están invitados
 
Hay que pensar en venir más a La Rioja


martes, 18 de junio de 2013

RESTAURANTE CASA CAMARA. PASAJES DE SAN JUAN (GUIPUZCOA)

La oferta hotelera de Pasajes San Juan es especialmente amplia. Antes de elegir donde comer habíamos, como no, echado una mirada de reojo a nuestra guía de compañía, y recomendaban dos restaurantes. Ninguno era Casa Cámara. Pero en realidad éste es el más famoso, y del que más habíamos oído hablar. Nos asomamos y reservamos mesa.

 
 

La vista de la sucesión de restaurantes desde la plaza es original, casitas pequeñas, con grandes ventanales y metidas en el mar. Al entrar al restaurante la sensación de local tradicional y añoso, desde la puerta con madera y cristal, a los revestimientos de madera y mobiliario escaso.
Al fondo a la izquierda, la famosa "cesta colgandera", como la denomina David de Jorge, que transporta las langostas y cigalas que habitan en el subsuelo del local.

 
 
Como aun no habíamos meditado suficiente sobre la inconveniencia y el aburrimiento adquirido por el uso y abuso de los menús degustación, y en vista de que aquí lo que se oferta es el "menú de temporada", a un precio no demasiado elevado, 36€ con vino incluido, nos decantamos por esta opción.
 
Deberíamos haber hablado antes con los que ya habían pasado por allí, y que a posteriori nos recomendaron haber tomado cigala y un pescado. Pero, a golpes se aprende.
 
De la  lista que conforma el menú de temporada (Aparece en su web) yo elegí un revuelto de cebolleta tierna con carabineros y verduras crujientes y mi compañero de mesa y mantel la sopa de pescado y marisco.
 
Mi plato estaba muy bueno, un revuelto en su punto con la cebolla tierna e intenso sabor a carabinero. Puede en el fondo que demasiado intenso. La sopa, dijo él que tenía mucha zanahoria.
 
 
 
Yo no tenía muy claro el segundo a elegir y seleccione el bacalao al pil pil con piperrada, no sin antes departir con la camarera sobre si el bacalao era de temporada. A lo que ella me respondió que el bacalao era salado y desalado, como siempre.
 
Como siempre no, porque yo he catado bacalao fresco, en casa y fuera de ella, en su correspondiente temporada. Personalmente no me dijo nada el pil pil del bacalao.
 

 
Él pidió una Parrillada mixta, que a saber, consta de bogavante asado, langostino, gambas, almejas, navajas, merluza, chipirones y patatas al ajillo, e incrementa en 6€ el precio del menú.
 
Siempre que realiza elección semejante observo su cara de decepción. Mejor que esta selección es, y me repito, comerse una pieza entera, creo yo. En este caso teníamos además reciente el plato de langostinos del vermú, que habíamos tomado en el Yola Berri, y no pudo evitar hacer alguna comparación, especialmente en lo relativo al sabor, o en este caso a la falta aquí de intenso sabor.
 
 
Postres caseros caseros. Yo leche frita, que estaba buena y él, el postre estrella: un rollo de merengue relleno si bien recuerdo de tutti frutti. Todavía él se relame y revive la cata de dicho postre.
 

Crianza Rioja, con apellido, como no. Alavesa, quero decir. "Heredad Santamaría", cuya cata en lo que a los cinco sentidos se refiere no se correspondía con lo que el etiquetado rezaba. Personalmente no me gustó, nada. Se me ocurren mejores caldos alaveses, asequibles o muy asequibles incluso, que harían mejor servicio y papel. A él no le pareció tan mal, tan mal...


lunes, 10 de junio de 2013

YOLA BERRI. PASAJES DE SAN JUAN (GUIPUZCOA)

Fuimos fieles seguidores de un programa que emitió EiTB llamado "Tu vista de Euskal Herria", y gracias a él añadimos a la agenda muchos rincones nuevos para visitar aquí al lado. Uno de ellos fue el Faro de la Plata de Pasajes que  José Luis Korta eligió como vista favorita. Aun no habíamos tenido ocasión de visitarlo, pero lo metimos en la agenda de vuelta a casa, tras un paseíto por Jaizkibel.
 
Pasajes de San Juan nos pareció un pueblo de obligada visita, más aun al tomar conciencia de lo cerca que está de San Sebastián. Tan cerca, tan lejos durante mucho tiempo en nuestra imaginación. Pintoresco, luminoso, auténtico que dirían algunos, y como todo visitado en un momento ideal: entre semana, y en un junio de tiempo poco agradecido, sin hordas de turistas de pantaloneta.
 
 
Reservamos para comer nada más llegar, y luego nos dimos un paseo por el pueblo. No puede decirse aquí dar la vuelta al pueblo, porque es un municipio dispuesto de forma lineal sobre una de las laderas que conforman una preciosa ensenada litoral. Casas del siglo XVIII, barcos pesqueros entrando y saliendo del puerto sin parar y remeros entrenando.

 
Nos sentamos en la plaza a tomar un vermucito de los de media mañana. En la terraza del Yola Berri. Deberíamos habernos quedado a comer aquí. Disfrutamos mucho de la ración de gambones saturados de mar.  

 
Los empleamos para hacer odiosas comparaciones posteriores...igual no entendemos mucho de mariscos, la verdad, pero este vermú se puede recomendar. No recuerdo bien el precio, unos 8 euros la ración o 7 quizás, pero estaban frescos y no habían tomado sabores de la plancha, y esto ya es digno de destacar...

Son estos placeres asequibles y lugares para apuntar

TABERNA GRAN SOL HONDARRIBIA (GUIPUZCOA): PASAMOS POR ALLI

El barrio de La Marina de Hondarribia es una especie de calle San Juan de Logroño, salpicada de bares de aspecto tradicional, y en este caso sociedades, en la que se mezcla la clientela local con el turista.
 
Aunque tal y como parodian los de Vaya Semanita, los autóctonos gustan poco de acompañar los caldos con productos sólidos, y se agrupan en la calle en cuadrillas vaso ancho y rebosante en ristre. Creo que casi siempre rebosante de Txakolí, de Guipuzkoa.
 
Cuadrillas mayoritariamente masculinas, de hombres que me parecieron altos y paseando el jersey a los hombros a pesar de la baja temperatura.
 
Entre las tabernas de la calle San Pedro encontramos el laureado Gran Sol, abierto un lunes a pesar de que no es eso lo que reza su Web. Me quede sorprendida de encontrar un bar marinero, pequeño, forrado en madera y sin un solo detalle de modernidad estética. Mi enhorabuena por no perder la identidad. Que parece que en un local tradicional no puedan venderse los más selectos y elaborados platos.
 
Nos tomamos solo una ronda y optamos por un par de clásicos de la barra, la bola de carne picante y queso (De verdad) y un pincho de berenjena y gamba. Buenos pero claro, sin más. Tendremos que escaparnos de nuevo por allí para tomar alguno de los pinchos mas elaborados, que nos comentan por aquí que no hacen un buen champiñón relleno, y unos sabrosos huevos con migas.
 
 

Siempre está bien dejar algo para tener la excusa de volver...

viernes, 7 de junio de 2013

RESTAURANTE ALAMEDA HONDARRIBIA (GUIPUZCOA)


Llegamos a una Hondarribia que nos recibe gris y ligeramente lluviosa. Pero con un gris cálido, incluso brillante y una temperatura muy agradable.
Llegamos abrumados por las recomendaciones gastronómicas que nos hacen los asiduos al lugar. Todas diferentes: Que si Laia, que si Arroka Berri, que si Beko Errota, que si Gran Sol..
Ninguno nos ha recomendado el Restaurante Alameda. Tiene fama de ser el mejor. Y generalmente esto implica, en el imaginario popular, que es muy caro. Aunque yo, antes de salir, he leído la crónica sobre el Jaizkibel que publica Igor Cubillo en Lo Que Coma Don Manuel. Y así me he enterado de que en el Alameda, con sus soles y estrellas hay un menú por unos 35 €. Este es su terreno más que el nuestro así que nos dejamos guiar.


El menú se llama Gartzinea y sale por 35 € más IVA, a lo que hay que sumar la bebida.

No llevamos una indumentaria muy "ad hoc" a lo que imaginamos correspondería por la categoría del local, y dudamos un poco si entrar.  Pero finalmente nos decidimos. Y la elección fue definitivamente un acierto.
 
El restaurante ocupa una sala acristalada, de techos altos con vigas vistas. Está ligeramente decorada, y lo mas llamativo son quizás unos grandes telones grises que enmarcan los ventanales y contrastan con el intenso verde que proyecta el jardín circundante. Las mesas están vestidas con grandes manteles blancos, son amplias y el vecino más próximo está muy lejano.

Nos recibe uno de los hermanos Txapartegui, que en la particular función de la que somos espectadores representa el papel de responsable de comedor. Tenemos un lugar privilegiado desde el que podemos observar el entrar y salir de la cocina de los camareros, correctísimos, educados, simpáticos.., que distribuyen los platos entre los comensales, bajo la atenta supervisión de la "Prima Donna" de la obra. Me fascina esta mujer a la que llaman "Tía Marivi". Una figura que deambula entre las mesas como una estricta directora de escena. Ataviada con un abrigo tipo Chanel, que seguramente lo fuera. Con mocasines de corte masculino y marcado corte de pelo a lo paje. Aparentemente hierática, y con un  caminar extremadamente erguido, confiere a la escena el aspecto de estar presenciando no un estreno, sino un ensayo general.

Esto crea una sensación de comodidad que no he sentido en otros lugares. Tanto o menos renombrados que este, pero al menos igual de caros, donde el encorsetamiento y la rigidez cortan un poco al comensal. La verdad es que la atmosfera es muy distendida.

Pedimos el citado menú que estaba compuesto por:

Crema de guisantes con espuma de hinojo como aperitivo
Arroz con chipirones
Mero con verduras
Lomo de vaca asado con pastel de patata y beicon, y
Torrija caramelizada






 
Lo que son las cosas. Nos gustó el menú en su conjunto, unos platos más que otros claro, pero sin embargo concluimos que desde este momento abandonamos los menús degustación.
 
Después de decidirnos a entrar, de ver los precios de la carta, de ver desfilar otros platos y de probar un poco de todo, pensamos que deberíamos habernos dejado llevar y pedir cigala, (15€ media/ 28 entera, la ración), pescado del día, porque el mero estaba para comer y no parar y por ejemplo la torrija.
 
Fallamos con el vino, un Viñas de Gain de 2010, vino que nos había gustado, pero que en esta añada aparece con más grado de lo habitual (14.5) y con el alcohol del grado poco enmascarado además.
 
Meditamos nuevamente sobre los márgenes del vino Rioja fuera de su lugar. Exagerados a nuestro entender. Y mas ahora tal y como están los tiempos y algunas bodegas de inversores que durante una época jugaron a ser bodegueros.
 
Volveríamos al Alameda. Quizás si volvamos.
 
PD: Merece la pena leer la crónica que David de Jorge hace del lugar.