Danzador de Anguiano
Cofrade de la procesión del Santo
Entierro
Pisador oficial de uva
Son algunas de las transmisiones
patrimoniales, de entre el inmenso patrimonio inmaterial patrio, con las que
uno puede encontrarse sin comerlo ni beberlo, como herencia. Y menuda herencia
la de tener que subirse, por ejemplo, en los zancos. Menos mal que yo no nací
varón, ni en Anguiano, porque lo hubiera pasado realmente mal. O imagínense
tener que procesionar descalzo bajo el peso del sepulcro de Nuestro Señor, que será
un honor, no lo dudo, pero de pesada carga material las mas veces.
Pero en este azar de la vida
puede también tocarte heredar otras cosas, como el oficio: Sepulturero,
ganadero, apicultor, comercial, mesonero…incluso panadero. ¡Imagínate!
Panadero. Y si además la herencia no es de cualquier tipo de panadero, sino el
de panadero rural, para qué vamos a contar.
Hector Ulecia Ascacibar,
“Hectitor”, es uno de esos afortunados legatarios de un negocio de panadería
rural y sus cosas. Cosas como los madrugones, los desplazamientos por sinuosas
carreteras de montaña, sí, también en invierno y con nieve, y la obligación de
ser transmisor de noticias, oferente de compañía e incluso algunas veces
suministrador de víveres a los escasos habitantes de muchos pueblos de la
sierra.
Recibió el legado de manos de su
padre de ponerse al frente de “Las 100 Doncellas”, la panadería de Sorzano. Ese
pequeño pueblo en las estribaciones de Moncalvillo, conocido por el tributo de
mozas a los “moros”, si es que aun se puede decir “moro” sin ofender a la
audiencia.
En Sorzano elabora el pan que
vende en el despacho anexo al obrador y en numerosos pueblos del Camero Nuevo,
a los que se desplaza diariamente, y en los que cumple con todos esos papeles
de panadero rural que ya hemos explicado.
También hace pastas y pasteles.
Sus milhojas han adquirido gran fama entre sus convecinos, y están buenos,
aunque seamos serios, yo no creo que superen a los de la Mariposa de Oro.
Hace de mantenedor de
tradiciones, menudo currículo tiene. Mazapanes, bollos preñados y anisados, y
bollos de San Blas.
Esos bollos secos de San Blas que son típicos de Sorzano, y
con los que sus habitantes proyectan su espíritu libre y su desdén a pasar por
el aro (De las rosquillas que en estas fechas se comen en el resto de lugares,
claro)
Elegir uno de sus productos, y
recomendarlo sería un poco osado, así que yo invito a acercarse a la calle
Mayor de Sorzano, la del Merdancho, que ahora fluye tapado, y arriesgarse a
probarlos. No diré todos. Los que ese día dispongamos.
Panaderia las100 doncellas
Calle Mayor, 7. Sorzano
www.las100doncellas.com
Tengo que decir que Héctor Ulecia Ascacíbar es un excelente panadero-repostero con unos cuantos años de duro trabajo a sus espaldas. Todos los productos que elabora son exquisitos: sus pastas de nata con forma de corazón, las de nata y vainilla que son la delicia de los niños y no tan niños, los mantecados de almendra tan...Uhmm| no se como expresarlo, se me hace la boca agua. Y que decir de sus Milhojas, están deliciosas|, un manjar para el paladar a tener muy en cuenta en cualquier ocasión si es que se quiere quedar bien.
ResponderEliminarHolaaaaa, buenos días!!
ResponderEliminarUna cosa está clara, para gustos los colores...
A mí personalmente me parece que las milhojas de "Las 100 Doncellas" son los más buenos de toda "La Rioja" y aunque vivo en Logroño, me desplazo hasta Sorzano para poder comprar las delicias que este fenómeno chico elabora con gran mimo y esmero. No hay mayor satisfacción, que el trabajo bien hecho! Felicidades Héctor!