Este es sin duda un restaurante que claramente incluiría en mi propia guía, y que aparece citado en algunas de las famosas guías pero no en la Repsol, y me parece que este hecho debiera ser objeto de revisión porque si incluyen restaurantes en pueblos vecinos que en mi experiencia no son comparables a este, aunque tengan más nombre, que no mejor cocina.
Tan sólo he acudido dos veces a este restaurante, la última en noviembre y en compañía de "gente de mucho mundo" que salió gratamente sorprendida del menú que pudimos degustar.
Lo que más valoro de este restaurante con unos emplatados vistosos y perfectos, es que siempre he sabido qué estoy comiendo y que las salsas no son protagonistas ni tratan de ocultar el verdadero sabor del producto, además de tener la posibilidad de degustar productos recien cogidos de la huerta:en nuestro caso un apio fresco, y otros productos regionales.
Las brasas son también un punto fuerte de este local y para mí el postre de queso....de diez.
El precio unos 40 € persona, vino y demás complementos incluidos.
Para mi absolutamente recomendable.
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